EL CÓDIGO ROSA

Muerte y Vida

Laura estaba destrozada, era la enésima vez que la vida le arrebataba una ilusión, cuando pensaba que todo estaba bajo control, algo extraño sucedía. Pensaba en cómo alguien era capaz de hacer tanto daño, de fingir, de hacer lo que fuera posible para lograr un objetivo y Lorena lo había logrado, había conseguido que ella cayera en sus encantos, en apenas unos días se había enamorado de aquel hombre perfecto. Sin embargo, esa no iba a ser la única noticia devastadora aquel día.

Estaba contándole al falsificador lo que había sucedido en el encuentro con Lorem-Lorena, cuando a su móvil entro una llamada que provenía de Bucarest. Era la enfermera a cargo de los cuidados de Lady Blue, la llamada consistía en avisarle a Laura que la Sra. Blue acababa de morir a causa de una deficiencia respiratoria. Laura estaba conmocionada, el universo le había arrebatado el mismo día a dos personas que amaba. La enfermera le dijo a Laura que debía viajar a Bucarest, porque Lady Blue así se lo había pedido días antes si algo le sucedía.

Laura se sentía en el aire, no sabía qué hacer, de pronto extrañaba la monotonía de ser una de las chicas de Bordat, en donde nunca ocurría nada extraño, los días siempre eran iguales. Su vida cambio de manera extrema en muy poco tiempo. Bordat seguramente la estaba buscando y Lorem también, se sentía agobiada.

Laura decidió que debía ir primero a Bucarest, pero antes quería hablar con Marta, sintió que necesitaba contarle lo que le estaba sucediendo.

Llego al apartamento donde vivía antes con Marta, ella estaba muy asustada, Bordat estaba como loco buscando a Laura y la golpeo exigiéndole que le dijera donde estaba, pero Marta no sabía nada.

-tienes que irte conmigo Marta, Bordat es una bestia.

-a donde quiera que huyamos él nos encontrara Laura.

-no lo hará, te lo prometo.

- ¿qué ocurrió con Lorem?

-Lorem resulto no ser quien decía ser, todo el mundo intenta engañarme siempre, menos tu Marta, te necesito, quiero que huyas conmigo.

-tengo miedo Laura, sé que Bordat nos puede matar.

-yo me estoy quedando en la casa del falsificador, allí estaremos seguras hasta mañana, a primera hora cogemos un vuelo y nos vamos de España.

-está bien, me iré contigo.

Ese día nos fuimos a la casa de Malih solo con un par de maletas, dispuestas a huir, lucíamos como fugitivas escondiéndonos de Bordat, quien estaba completamente loco de perder a sus dos chicas favoritas. Malih nos consiguió dos boletos hacia Bucarest para el día siguiente y partimos de España, dejando todo atrás.

Cuando llegamos a la casa donde vivía Lady Blue, todo estaba lleno de flores, preparado para su funeral. Nunca imagine vivir escenas así, le contaba anécdotas a Marta que había vivido con mi madre sustituta, le hablaba sobre el cariño que le tenía y lo mucho que me dolía su muerte, lloro conmigo aquella despedida, inesperada y sumamente dolorosa.

Una semana después nos visitó la antigua abogada de la Srta. Blue, me entrego unos documentos y leyó un testamento que había dejado ella. En el texto del documento decía que ella había decidido que todos sus bienes serian heredados a mí, sus ahorros en el banco, la casa en Bucarest y la academia que estaba cerrada en Bélgica, ya que no tenía hijos, ni hermanas, ni padres, ver mi nombre en aquellos papeles toco mi alma, ella me quería como su propia hija y me había estado buscando para poder dejarme todo.

Rompí en llanto, después de tantas tragedias en mi vida, luego de haber vivido experiencias indeseables para cualquier persona, por fin parecía el universo conspirar a mi favor.

Pero tenía que poner las cosas en orden, Lorem-Lorena sabía que probablemente estaba en Bucarest con mi antigua maestra. No podía permanecer tampoco mucho tiempo allí. Nos fuimos al día siguiente a Bélgica a la antigua academia, ese sería el último lugar donde iría a buscarme.

Llegué con Marta a mi antiguo hogar y tuve la sensación de que no debí haberlo abandonarlo nunca, ella se impresionaba con lo hermosa que era la academia, con su estilo antiguo pero lujoso, los enormes pasillos, las lindas habitaciones, el gran comedor donde tantas veces compartí con mis ex compañeras, ese día mi vida volvió a tener color y por mi mente surgieron unas ganas inmensas de volverá abrir la academia y continuar con el legado de Lady Blue. Seguramente eso es lo que ella hubiese deseado. Marta estaba muy animada con la idea y me apoyo mucho.

Las semanas siguientes nos ocupamos de poner todos los papeles en regla y en retocar el lugar, contratamos servicios de remodelación y durante dos semanas la casa estuvo repleta de obreros, quienes se encargaron de dejar la academia majestuosamente hermosa. Colocamos anuncios en los diarios de la ciudad y en las redes sociales, pronto empezaron a llamarnos desde orfanatos para postular chicas de todas partes de Bélgica para que recibieran la educación que nosotras recibimos.

Aquellos días me devolvieron la razón de mi existencia, Marta decidió por si misma estudiar una carrera para ayudarme a administrar la academia.

La academia ahora se llamaba The Lady Blue College, en honor a la única persona que siempre le dio valor a mi vida.