Habían transcurrido alrededor de ocho meses, había recuperado mi vida y ahora dirigía la academia que ya funcionaba completamente. Marta asistía a la universidad, por las tardes íbamos a caminar al parque y luego cenábamos en algún restaurante cercano.
Un día en el parque Marta me sorprendió con un pequeño obsequio, que traía en una pequeña caja de color rosa. En la pequeña caja tenía un par de cadenas de oro con un dije que colgaba con la palabra "libertad", mis lágrimas se desbordaron de inmediato, habían pasado ocho meses y de tan ocupadas que estábamos con la academia, no nos habíamos tomado un tiempo para darnos cuenta de que aquella palabra había regresado a nuestras vidas.
-hace ocho meses me devolviste mi libertad, y no te he agradecido, creo que ya era hora que lo hiciera.
-no te preocupes Marta, estar conmigo, apoyarme, ha sido la mejor forma de demostrarme que ya lo hiciste.
-no te dejare nunca Laura, contigo aprendí que podía proponerme metas y cumplirlas. –me dijo ella tomándome de la mano y dándome un beso en la mejilla.
-te quiero Laura.
-te quiero Marta. –le dije y le di un beso en la boca.
-quiero que sepas que me estoy enamorando de ti, eres la única persona que siempre me hablo con la verdad.
-tú también me gustas mucho Laura.
-se mi pareja, no necesito a nadie más que tú para estar tranquila.
-no necesitas pedírmelo, aquí estoy, no me iré nunca. –me dijo dándome otro apasionado beso.
Aquella hermosa tarde sellamos un amor que ya no podíamos ocultar, un amor que ambas merecíamos desde hace mucho tiempo. Nunca imagine que me enamoraría de una mujer, pero el tiempo me enseño que el amor lo despierta un alma, y esa alma puede habitar cualquier cuerpo, sin importar el género. Me enamoré de Marta y nunca antes me sentí tan feliz. Completa, llena de eso que solo la persona correcta te puede ofrecer.
En el cuello ambas llevábamos la palabra "libertad", que nos recordaría siempre, el haber logrado vencer ese oscuro pasado. Ahora ya distante de nuestras vidas. Sin hacernos sombra ni daño. Aprendimos que la libertad solo se puede disfrutar en compañía. Aprendí a disfrutar de su mirada, de sus abrazos, de su voz, de su cuerpo. Marta me enseñó a entender que el amor es algo que pocos logran descifrar. Pero que cuando lo logras, descubres que es algo hermoso y simple.
También aprendí, que existen orugas que no desean ser mariposas. Que descubrir que éramos lesbianas, de hecho, fue descubrirnos a nosotras mismas, fue descubrir nuestra esencia más íntima, oculta en lo más profundo de nuestro ser. Me tuve que perder, para poder encontrarme y encontrarla a ella. Que nos atrevemos muy poco para lo corta que es la vida. Y en eso debo reconocer que Lorem ayudo un poco, sin aquel viaje a Francia no sé cuánto tiempo más hubiese tardado en abrir los ojos y escapar.
Unos meses después llego a nuestra academia una carta sin remitente, la cual nos generó mucha curiosidad, más que miedo, después de tanto tiempo, todo aquello había quedado atrás. Aquella carta al abrirla decía:
Sé que no necesito poner un remitente, porque sé que sabes quién soy Laura. Te escribo porque hace unas semanas supe la noticia de la reapertura de la academia, que tu estas a cargo y me alegra mucho por ti, estos meses han sido extraños, nunca tuve la oportunidad de explicarte mi versión, tu decidiste irte sin escuchar. Y no te culpo, tiempo después he terminado por comprenderte, pero esta carta no tiene esa función, tú ya tienes una nueva vida, ese era el objetivo de aquel viaje y eso se cumplió.
Esta carta es para informarte que ya no corres peligro alguno respecto a Bordat, hace cinco meses lo asesinaron, en una disputa entre mafias españolas. Esta información me la hizo saber Malih y la confirme con personas que investigaron por mí.
También quiero decirte que no corres ningún tipo de peligro por mí. Entiendo que tienes una vida que te ha devuelto la felicidad y no me necesitas en ella. Y es irónico enterarme que decidiste rehacer tu vida con una mujer, pero me alegra. Por mi parte estoy intentando rehacer la mía.
Malih ha decido colaborar con la justicia, gracias a él, consiguieron liberar a todas las chicas que habían estado bajo la red de prostitución de Bordat y muchos otros proxenetas de España. Eso también género que en sus papeles descubrieran que yo suplante la identidad de mi ex novio y estoy bajo investigación, mis abogados y yo, estamos intentando demostrarles que yo no asesine a Lorem y que falleció debido a su cáncer, al parecer las cosas van a mi favor. Pero aun debemos esperar por el veredicto final. Espero que sigas teniendo una vida excepcional junto a Marta, se feliz que te lo mereces. Y espero que algún día me puedas perdonar.
Aquella carta me recordó otra palabra muy importante para mí, la cual era "perdón", Lorena me había hecho mucho daño, pero ella misma de alguna manera lo intento reparar, decidí perdonarle, en mi nueva vida no tenía espacio para malos sentimientos ni rencores del pasado. Todo eso pertenecía a un tiempo que ya no existía. No tenía razones para odiar, el amor que sentía por Marta había purificado mi corazón. Dos años después, decimos postularnos para adoptar a una niña, la cual fue aprobada cinco meses después.
La pequeñita llego a nuestras vidas cuando tenía tres años y su nombre era Elena.
-Fin-
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EL CÓDIGO ROSA
General Fiction"Laure, una joven dama de compañía, que comercia con el placer por horas, ve su vida dar un giro inesperado cuando es contratada por un misterioso cliente para un viaje que durará exactamente 744 horas. Este viaje se convierte en un trayecto de auto...