"You can do no wrong
In my eyes
In my eyes"
"Your hearing damage
Your mind is restless
They say you're getting better
You don't feel any better (In my eyes)
In my eyes"
Hearing damage de Thom Yorke.
La semana había sido muy rápida, llena de tareas y compromisos. Y, a pesar que mi primer día no había sido nada bueno, traté de que los siguientes sí lo fueran, y traté de enfocarme en lo que de verdad importaba: mis estudios. Aprender y poner atención a clases, aunque en ocasiones mi mente se desviaba a lo que había sucedido en el mar y con la morena, trataba de ignorar aquello para seguir con mi vida.
Y cuando por fin era sábado, me habían invitado a ir a la playa, sin embargo, no quería ir. Sentía que, si iba, mi atención se prestaría a este y aquello era algo que no quería que me pasara. No quería que mi mente fuera puesta en el mar cuando había prioridades mejores, simplemente, no quería ver lo que miré en el mar ese día, yo... no quería...
—Tía, vamos a jugar —mencionó Wendy, mirándome a los ojos, estirando mi mano y haciéndome ojitos, provocando que volviera a la realidad—. Estoy aburrida.
Le sonreí al instante, tratando de ponerles atención para que no se dieran cuenta que me encontraba perdida, sin embargo, mi mente estaba en otras partes que hacían que me doliera la cabeza, y los gritos de mis sobrinos no me ayudaban mucho en calmarme.
—¡Hay que jugar a que somos gladiadores! —exclamó Tadeo, viéndose entusiasmado, mientras mis sobrinas lo miraban sin ansias de jugar.
—No, mejor vamos a jugar con la plastilina —mencionó Xiomara, y todos la vieron fastidiados.
Xiomara siempre quería jugar con la plastilina.
Sonreí mirándolos atenta, volviendo a perderme fijando mi vista en un sólo punto. En definitiva, no estaba en condiciones para cuidar a mis sobrinos, no quería jugar y quería estar en total silencio, quería acostarme en mi cama y descansar mi espalda, pero no podía dejar solos a los niños, aunque tampoco podía quedarme más tiempo con ellos en la sala mientras mi cabeza palpitaba al oír tantos gritos.
Solté un suspiro cansado y me salí de la sala, dirigiéndome al baño con el celular en la mano. Al llegar a este, tapé la taza del baño para sentarme en esta y permanecer sentada un rato allí, con el celular en la mano para distraerme y disfrutar de la calma un rato. En el celular, me metí a Facebook y me puse a reaccionar a fotos y a publicaciones, distrayéndome en ello, después me metí a Messenger y comencé a contestar mensajes, principalmente, los de mi novio que me mandaba fotos y me contaba su día.
Parecía estar pasándola bien en la playa con sus amigos.
Sonreí contestando sus mensajes y mandándole una foto mía, me reí por como salí en la foto y seguí entreteniéndome en las diversas aplicaciones que tenía en mi celular, contestando mensajes, viendo las historias que ponían en sus redes sociales, hasta que, tocaron la puerta del baño, interrumpiendo la paz que sentía.
—Tía, estamos aburridos.
La voz de Xiomara se escuchó detrás de la puerta y solté un suspiro cansado, apagando la pantalla del celular y frotando mi rostro con mis manos frustrada, hasta que mi celular vibro, recibiendo mensajes de mi novio: Fotos de él en la playa junto con audios.
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2 | 𝐸𝓃 𝑒𝓁 𝒶𝒷𝒾𝓈𝓂𝑜 𝒹𝑒𝓁 𝑜𝒸é𝒶𝓃𝑜.
FantasiEl océano es muy profundo. Tanto, que ningún ser humano sabe exactamente que hay en sus lugares más oscuros. ¿Será probable que haya vida ahí abajo? ¿Especies increíbles, con poderes alucinantes? Quizás, es probable que esa vida tenga un reino y una...