Ya llevábamos cerca de una semana en casa, sin salir. Yo sabía que, pese a que no decía nada, todo lo que había estado pasando le había hecho sentir mal. No se había atrevido a salir de casa usando su pierna como excusa pero relamente sabía perfectamente lo que rondaba su cabeza.
- Ryan - Lo llamé desde la cocina, estaba haciéndole la comida.
- ¿Ryan? No sé quién es ese, yo me llamo amor - Dijo él con una sonrisa vacilona.
- Tss, que payaso que eres - Rodé los ojos - ¿Por qué decidiste ser músico?
Al escuchar la pregunta las comisuras de sus labios temblaron, aunque consigió mantener una sonrisa forzada.
- Porque me gusta la música y canto bien - Comentó de forma superficial.
Yo dejé de cortar las verduras y le miré fijamente, ¿me veía cara de estúpido? Ambos nos quedamos por unos segundos haciendo un duelo de miradas, entre él y yo. Él terminó con ese aire tenso soltando una carcajada.
- ¿Por qué me miras así? - Preguntó claramente bromeando.
- A mí me gusta cocinar y se me da bien y no por eso quiero ser chef. te preguntaré de nuevo, ¿por qué quisiste dedicarte a la música?
Ryan formó un línea recta con su boca y se tumbó en el sofá, de forma que desde la posición en la que estaba no podía verlo. Dejé el cuchillo sobre la tabla para cortar, me lavé las manos y me acerqué hasta él. Él se tapaba con su mano la cara, había perdido todo rastro de diversión.
- Puedes contarme y lo sabes - Susurré cerca suya mientras le acariciaba la mejlla.
Ryan chasqueó la lengua y apartó su brazo para mirarme a los ojos, parecía estar ordenando todas las ideas en su cabeza.
- Tú sabes que a mí me cuesta expresar mis sentimientos, no es nada nuevo - Comenzó a decir - Cuando nos mudamos, yo tuve una época muy mala, hice cosas de las que no me siento para nada orgulloso.
Las palabras salían de su boca con amargura, parecía estar recordando momentos realmente terribles.
- Entonces un día de la nada agarré una libreta que encontré por ahí y tenía letras de canciones. Al principio me pareció una bobada, pero una noche en la que pensaba en ti simplemente comencé a escribir lo primero que se me pasó por las cabeza y, cuando terminé, me sentí realmente liberado, ¿sabes? Es por eso que yo... - Hizo una pausa al notar cómo le temblaba la voz, se estaba abriendo a mí - Yo amo la música Oliver, es mi vida.
Él, que había estado mirando al techo mientras hablaba, volteó la cabeza hacia mí, mirándome con esos ojos negros profundos ahora humedecidos por las lágrimas. Al verlo así, me acerqué a él y lo abracé con todas mis fuerzas, quería trasmiirle que estaba ahí y que lo entendía.
- Escribamos una canción - Dije de repente cuando ya lo noté más calmado.
Emitió un sonido de sorpresa.
- Sí, esta situación ha sido muy intensa, debes desahogarte, escribamos una canción de echemos todo para fuera - Dije yo con determinación.
- Aagg - Refunfuñó, yo le miré confuso.
Entonces, con su mano agarró mi muñeca y me jaló hacia él haciéndome quedar tumbado sobre su pecho. Yo hice el amago de alejarme pero me retuvo entre sus brazos a modo de un caluroso abrazo.
- Te amo tanto - Susurró en mi oreja con una sonrisa en los labios - Déjame hacerte el amor - Me atraganté con mi propia saliva por la sorpresa.
- ¡Ni lo sueñes! Te dije que no vuelvo a estar abajo - Sentencié mientras me revolvía.
- Venga, yo sé que tú también lo quieres - Dijo con tono seductor - ¿Por favor?
Él comenzó a meter sus frías manos bajo mi camiseta erizándome la piel, recorría todo el contorno de mi cintura ejerciendo cierta presión. Sus manos entonces bajaron lentamente hacia el borde de mi pantalón y comenzó a juguetear con él.
- ¿Sabes que eres lo peor, cierto? - Jadeé mientrás apretaba su camisa con mis manos.
- ¿Y tú que hablas demasiado? - Dijo antes de darme un beso húmedo.
Fue desde ese momento que empezamos a escribir nuestra canción, los chicos de la banda también quisieron participar y todo fue mucho más rápido de lo que esperábamos. Después de una semana trabajando sin descanso conseguimos lograr terminar nuestra pequeña creación. Inmediatamente después de dar el punto y final, contactamos a la agencia para que programara un en vivo lo antes posible.
Yo sabía que Ryan echaba mucho de menos sus conciertos, cada vez que veía una grabación él se veía tan feliz...tan vivo. Es por eso que estuve batallando porque no se demorara demasiado. Él se había arriesgado toda su carrera por mí, de alguna forma quería pagarle el favor.
Al final, lo conseguí, fijamos la fecha para el viernes en una sala de conciertos al exterior, realmente no nos podíamos arriesgar a alquilar una muy grande y que la gente no asistiera, eso de seguro sería muy doloroso para todo los integrantes, pero incluso más para mí, sería responsable de todo eso.
En ese tiempo de espera los nervios me hacían morderme las uñas, ¿los fans de swordsrain seguirían ahí o se habrían decepcionado tanto que ya no querían saber de ellos? Ryan me decía que todo estaba bien, que me tranquilizara, que el que debería estar nervioso era él porque tendría que tocar en vivo. Pero ambos sabíamos que eso era mentira, para él eso era como abrir los regalos de navidad, pura emoción. Por eso es que, cuando el viernes en cuestión llegó, estaba que me subía por las paredes.
No era la primera vez que iba a un concierto, pero sí la primera vez en la que estaba ahí, en las entrañas del evento, viendo a todo el mundo de aquí para allá preparándolo todo y asegurándose de que no hubiera ningún error. Yo estaba en los caamerinos, con Ryan, viendo cómo lo vestían y maquillaban. Se veía tan guapo.
Él aún tenía su pierna escayolada, pero eso realmente no era un impedimento para él. Le habían colocado en el centro del escenario una silla y un micrófono para que pudiera actuar cómodamente. Una vez la maquillista terminó, salió de la habitación y nos dejó solos.
- ¿Qué te parece? ¿No tengo los ojos muy oscuros? - Preguntó acercándose al espejo para verse más de cerca.
Ante la falta de respuesta Ryan me miró a través del espejo.
- Oye, ¿estás llorando? - Yo asentí levemente mientras intentaba contenerme - Anda ven aquí.
Yo me levanté del asiento y me acerqué a él, Ryan me sentó sobre sus rodillas.
- Es que... ¿y si no viene nadie? Habré destruido tu carrera Ryan - Rompí en llanto.
Él comenzó a acariciar mi cabeza y mi espalda intentando reconfortarme. Realemente me aterraba la idea.
- Eh no digas eso, no es tu culpa, además, mis fans son muy fieles, no se van así como así - Dijo con voz cálida - Tú solo mírame, es la primera vez que me verás en acción.
*Diez minutos para el comience del evento, se requiere la presencia del grupo*
Al escuchar eso por los altavoces volví de nuevo en mí y me separé un poco de Ryan para poder mirarle a los ojos. Tenía que recomponerme.
- Da lo mejor de ti mi amor - Dije yo con seguridad.
- ¿Cómo me llam - Comenzó a decir, pero lo corté con un beso fugaz.
Él se quedó sorprendido y sonrió ampliamente, yo hice lo mismo. Ambos nos abrazamos con fuerza y volvimos de nuevo a la realidad. Le acerqué sus muletas y ambos nos despedimos, el espectáculo estaba por comenzar.
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Ryan 2 (+18 - Gay)
RomanceHa pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos, cada noche me acuesto pensando en cómo será nuestro reencuentro; lo que no me esperaba fue en todo lo que había logrado mientras yo no estaba.