01- Cuando todo comenzó

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  El #2 de Godric's Hollow estaba bastante animado. Era 31 de julio de 1985, fecha del cumpleaños de un miembro, bueno, dos, pero ese segundo miembro es de quién hablaremos ahora mismo, sin embargo, primero nos tenemos que remontar al 31 de octubre de 1881, hacía casi 4 años, en el mismo sitio:

  Euphemia Potter arrullaba al bebé de cabellos negros como los de su esposo y ojos almendra como los suyos Hardwin Potter IV, que ese mismo día cumplía el año y 3 meses. Mientras tanto, su esposo, Fleamont Potter, cabeza de la familia Potter en aquel entonces, le leía el famoso cuento de los Tres Hermanos del libro de Beedle el Bardo al pequeño de cabellos negros y rebeldes como los suyos, los de su padre y los de su pequeño hermano y de ojos verdes cual esmeraldas, Henry -Harry- Potter, quién ese mismo día cumplía los 4 años y tres meses. Los abuelos Potter, se habían quedado aquella noche en la morada de su hijo y nuera, ya que ellos tenían que arreglar asuntos de la Orden del Fénix, y necesitaban de alguien que pudiera cuidar a sus pequeños.

  Todo era paz y tranquilidad, cuando sintieron alguien con sentimientos hostiles aproximándose a las salas. Fleamont fue el primero en reaccionar y por la ventana se asomó y lo vio.

  Allí estaba, el motivo de tantos temores en las familias del mundo mágico. No importaba que sangre tuvieras, o cuál fuera tu status, si estabas en su contra, olvídate de que alguna vez viviste; e incluso, sus "súbditos" (si, porque él se creía superior a todos) sufrían las consecuencias si alguna vez lo enojaban, podían tener suerte y morir rápidamente con el Avada Kedavra, pero podían pasar por cosas peores como un Cruciatus (o varios), u otros hechizos que se le ocurran, porque sí, para la tortura era muy creativo. Pero bueno, me estoy iendo por las ramas...:

  Fleamont vio a Voldemort por la ventana, quien caminaba con aire triunfal, porque finalmente podría asesinar a aquel que podría provocar su caída.

—¡Euphemia corre! ¡Está aquí! ¡Protege a los niños!— gritó el abuelo, y sin decir palabra, la mujer besó a su esposo con pasión.

  Luego tomó a Henry y Hardwin con velocidad y los llevó a la habitación del mayor. Para allí tomar el traslador de emergencia, pero era demasiado tarde. Habían levantado salas anti-traslador y anti-aparición, no había escapatoria, estaban todos perdidos.

—Es una lástima que tenga que hacer esto, familias respetadas sangre pura, hasta que su hijo se casó con aquella pelirroja, quien sin duda, sin importar la sangre había sido una buena adición a mis filas, tengan que morir. Todo por su estupidez.— dijo burlón Voldemort— aún no es muy tarde para que ustedes se unan, puede que estén en edad pero serían buenos en la entrada política.

—¡Nos uniremos a ti cuando el sol deje de salir!— dijo Fleamont.

  Desde el segundo piso de escuchó esa interacción, y luego vinieron varios hechizos, algunos oscuros, otros ligeros, pero a quién le importaba, solo querían que viviera uno de ellos, y claramente no fue el vencedor. Harry miraba a su abuela confundido, ella estaba llorando, pero aún así los miraba a ambos con una casi imperceptible sonrisa.

—¿Abueita?— la llamó.

—Dime cariño— dijo ella mientras acariciaba su mejilla, y seguían escuchando los Hechizos y una risa maquivélica.

—¿Etás bien?

—Si cariño, no te preocupes por abuelita. ¿Sabes que los queremos mucho?— dijo ella con voz quebrada.

—Yo tambén lo quedo mucho (Yo también los quiero mucho)— dijo él, y como si su hermano no se quisiera quedar detrás, dió su aporte:

—E queo (Te quiero)

—Yo también mi amor. Harry, no dejaré que nada les pase. Cuida a Hardwin.— el mayor asintió solemnemente, poniendo en práctica aquella promesa que se hizo a penas nació Hardwin, la de siempre proteger a su hermano.

Harry Potter: El Rey de las SerpientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora