Capitulo 12

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/Cabe recalcar que no soy dueño de absolutamente nada de One Punch Man, ningún personaje me pertenece. Esto es una adaptación de la gran obra de One y Yusuke Murata/

/Capitulo más largo que el promedio, traigan algo de comida, pongan música relajante o lo que sea que hagan para leer y esperen estar pegados a la pantalla un rato. No lo lean de golpe, corten donde gusten y sigan después :)/


SEDE DE LA ASOCAICIÓN DE HÉROES-CIUDAD A

Minutos antes, mientras Metal Bat, Silver Fang, Prisionero Lindo Lindo y Atomic Samurai no habían descubierto la esfera de vida

Dentro de las oficinas de la asociación de héroes, se escuchaban unos tacones en el último piso de esta. Hace un rato se estaba dando la reunión de los clase S. Misuburu se encontraba caminando por los pasillos en dirección a una de las salas que hace ya un tiempo había sido creada. Tiempo atrás, la asociación de héroes tenía un apartado para las personas con dotes para el espionaje, asesinatos o captura de objetivos que representaban un peligro para la sociedad. Para eso, dentro de la asociación de héroes, había una sala en especifico para personas con aquellas habilidades que las hacían totalmente silenciosos al momento de seguir o infiltrarse en un lugar, habilidad para mentir o para conseguir la confianza de otros con suma facilidad. Aquella sala existía como un apartado para eso, ya que cuando se trataba de operaciones más grandes que no podían ser resueltas con simples balas o golpes, ahí era cuando ellos actuaban.

No era siempre, pero había veces en la asociación de héroes no informaba a los demás héroes de clase C, B, A e inclusive a la clase S, porque el asunto en cuestión no requería usar la fuerza bruta para resolverlo, era un asunto para aquel grupo que se estaba formando, mayormente porque la asociación de héroes requería obtener la mayor información posible de aquel sector, banda o grupo. Misuburu se estaba dirigiendo ahí, ya que después de buen tiempo de silencio, se le había pedido que se dirigiese al lugar en cuestión. Se le hacía algo reconfortante de que la volviesen a llamar después de tanto tiempo. Lo que en su tiempo eran misiones constantes, donde estaba llena de papeleo que hacer después de cada una, misiones que le daban nuevas experiencias. La sala se encontraba en el sótano de esta, muy pocas personas tenían acceso a esa parte

Tomando al ascensor, pasó su tarjeta en la ranura especial que tiene el ascensor. Al igual que un héroe de clase S puede desplazarse tranquilamente hasta el último piso de la sede de la asociación de héroes sin tener que estar parando constantemente piso tras piso si es que alguien llamaba al ascensor; Ella y un grupo más de personas tenían acceso a aquella parte de la asociación de héroes. Mientras bajaba desde el último piso de la sede en ciudad A, empezó a recordar como poco a poco había sido desplazada hasta prácticamente dejar de ser llamada, a lo mucho una vez cada cinco, seis meses o simplemente cuando los ejecutivos de la asociación de héroes decidieran llamarla. Antes podía estar en medio de una misión y ser mensajeada para ir a otra, o podía estar durmiendo en su casa a altas horas de la noche y podría ser llamada de improvisto para que valla a capturar a tal persona

Todo regresaba a ese punto, a ese día exacto, ese día en que ella, como la jefa encargada de la sala, la encargada de instruir y dar consejos a los nuevos miembros de los miembros encargados del espionaje, de distribuir el equipo para cuando eran misiones grupales o verificar que no se hubiese roto o se hayan robado algo. Se le hacía totalmente gratificante ser reconocida y ovacionada entre sus compañeros. Había pasado ya un tiempo desde que lo conoció a él, bastante atractivo para el gusto promedio de las mujeres, una personalidad intrigante, una mirada seria y definida, de piel realmente pálida. Al igual que era perteneciente al miembro de espionaje, era un héroe de clase baja. Fue recibido bien junto a todos los compañeros en la sala, recibió una buena bienvenida con un pequeño brindis con un vino realmente fino, añejado por más de cincuenta años

¿En ti puedo confiar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora