-.-.-.-.-.- Gracias por seguir leyendo, a partir del siguiente capítulo te compartiré, mis redes sociales y mi página como autor; que espero pueda inspirarte a seguir leyendo, gracias nuevamente por estar aquí. -.-.-.-.-.-.-
-¡Ya levántate!, buenos días, good morning por la mañana...- mi madre abría las cortinas, por dios que hora debe de ser ahora para que me levante así.
-Gaby, ¿Qué hora es?, te dije que si me despertabas a las 10:00 am, en esos tiempos aún podía dormir bastante sin tener insomnio cada noche.
Mi madre abría la ventana, mientras giraba y me mencionaba que eran las 7 de la mañana; bastante curioso que no son las 10 como se lo pedí. Cada vez que me levantaba más temprano, era porque quería que ayudará en la casa e hiciera mis quehaceres, yo tapándome con la cobija de nuevo, y ella quitándomela con mucha fuerza, porque tenía que lavarlas. ¿Y ahora donde me refugio?. Comencé limpiando mis ojos con las manos y bostezando por el sueño que aún tenía.
-Si le dices a tu cuerpo que esta con sueño, seguirás con sueño, mejor ya levántate y ponte a hacer algo.
¿Cómo es posible que se levante con tanta energía? Seguramente ya tenía rato levantada, se le veía arreglada, incluso maquillada, limpiaba la baba que me había quedado seca en un costado de los labios, y rogaba por un vaso con agua. No es buena idea pedírselo a Gaby, lo único que me dirá es que me active y me levante por él.
Así que estoy en la cocina tomando agua y pensando en que hacer de mi día; he terminado mi carrera hace unos meses, apenas la preparatoria. He tratado buscar algo de trabajo temporal en alguna cafetería y poder pagarme la universidad en gastronomía, buscando alguna beca; no me ha ido muy bien en la búsqueda y todos me están ayudando, bueno mi madre seguro no quiere que este en casa sin hacer nada. Bueno en cualquier lado las madres no debe gustarles eso.
Me pongo a preparar café en una cafetera de 8 tazas y me planeo a tomar un pan de el centro de la mesa, donde mi madre dejo algunas piezas.
El olor a café es algo que me anima, llega a ser lo primero que tomamos muchos sin importar a donde vayamos, pasamos a una tienda de autoservicio de esas que hay en cada esquina o preparamos algo soluble para poder tener ese sabor de boca con algo que nos despierte, siempre he creído que el café debe de tomarse como a ti te gusta, no negro como dicen todos, al fin de todo como vas a conocer a alguien que prueba y hace lo que todos los demás hacen, ojalá dejemos de ser máquinas que hacen todo los mismos días y tienen los mismos hábitos que los demás.
Me siento en la mesa y sirvo la primer taza de café con una cucharada de azúcar y un poco de leche para cortar, mi madre se acerca y sin pensarlo se sirve una taza de café.
-¿Qué tienes planeado hacer hoy?- Me pregunta mientras se prepara su café y de seguro espera una respuesta productiva.
-Iré a buscar trabajo, tal vez en una cafetería o algún restaurante. La verdad solo quería volver a dormir pero mi cobija estaba ya en la lavadora girando muy lejos de mi cama. -Tienes que hacer algo más el trabajo hay, pero si no buscas con ganas no lo vas a encontrar.- Rayos Gaby ya lo sé.
Sonaba mi celular ya siendo casi las 8 de la mañana, era mi hermana.
Al contestar ni si quiera un hola, o como estaba, al final de todo, ella ya vivía con su novio y solo me llamaba si algo se le ofrecía.
-Oye, ¿Aún sigues buscando trabajo?- Asentía y le respondía que sí. -Bueno, paso por ti en 15 minutos la cafetería de Luna Nueva esta buscando gente y ya les deje tus datos, tienes entrevista en una hora.- ¡¿Qué?!, maldición Pamela odio que seas así de eficaz de vez en cuando, colgué y no me quedo más que preparar todo, mi café no se podía quedar le di dos tragos y me lo terminé, bueno olvide decir que era la tercera taza que me servía, creo que tengo un problema con el café.
Me comencé a vestir para verme bien pero sin ser demasiado formal, porque, ¿Porqué tenemos que llegar a fingir una apariencia que no es de nosotros en un lugar donde les interesa a quien van a contratar?, estamos acostumbrados a dar una buena impresión, muchas veces sin ser nosotros mismos, no soy de los que diario usan camisa, o que siempre llevan zapatos de vestir a las reuniones de amigos o a las reuniones familiares, ¿Por qué hay veces en que pensamos el que dirán?, sucedería algo diferente, si no pensáramos en satisfacer a los demás y fuéramos nosotros mismos al mostrarnos con gente nueva desde un inicio.
Elegí algo casual unos jeans de buen color, una playera de cuello tipo polo y me puse un poco de loción para sentirme cómodo, me cepille los dientes y me aliste para salirme despidiéndome de Gaby.
Mi hermana traía su motoneta, y me toco el casco mas sencillo que tenía una empresa. Mi hermana ya estaba arreglada en la calle esperándome encima de su moto, igual de arreglada que mi madre, no se que energía cargan las dos, pero algo les he de aprender.
Comenzó a manejar sin decirme donde sería, después de unos 15-20 minutos llegamos a la zona de hospitales donde estaba la cafetería, nos acercamos y me dijo que preguntara por Isabel, dile que ya llegaste, se puso su casco y al primer paso que di encendió la moto y se fue.
Me había dejado solo, ¿Qué le pasa?, no me quedo más remedio que acercarme y preguntar por Isabel y decir que había venido a entrevista.
La chica que me atendió se llamaba Diana, me ofreció algo para tomar, no podía ya tres tazas de café eran más que suficientes por la mañana.
-Si claro, un americano con leche. - Pero si acababa de decir que no en mi mente; odio a mi subconsciente que solo pide y pide más café, bueno al final de todo esto no fumo ni tomo mucho así que no está mal, tomar café en exceso.
Me hicieron esperar cuarenta minutos antes que saliera Isabel...
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El chico que hacía el café
Teen FictionUn latte, un capuchino, un americano, una historia... buenas amistades y clientes que se meten tanto en tu vida, que la cambian por completo. ¿Pero qué sucede cuando un solo café te hace saber todo sobre la gente? Amores, traiciones y dificultades...