BakuDeku / DekuBaku: Buen chico +18

Parte 6: Residencia y juguetes

Katsuki se despertó el primero, un rato antes de que sonase la alarma. Vio que estaba acomodado en el pecho de Deku, el cual  lo abrazaba. Pensaba despertar al menor para tener unos minutos de mimos, pero tenerlo abrazándolo de esa forma incluso estando dormido le resultaba embriagador.

Rodeó el cuerpo ajeno con sus brazos, acariciando su espalda con las puntas de los dedos. Era sumamente relajante, deseaba poder despertarse así todos los días de su vida. Miró por un segundo el rostro de el de pelo verde desde su posición: tan relajado, con la boca entreabierta, respirando por ella... Al verle no pudo evitar sonreír.

"Realmente me he enamorado de este nerd hasta el fondo, ¿eh?" no pudo evitar pensarlo.

- Ka-Kacchan - balbuceó el menor. 

Katsuki no pudo evitar sonrojarse al escucharle. Llevó una de sus manos a la mejilla de Izuku para hablarle:

- Estoy aquí, contigo.

Todavía dormido, el menor sonrió levemente, apretándolo más contra su cuerpo.

"No me molestaría pasar mi vida así" esa idea se le pasó por la cabeza. Era pronto para pensar las cosas de esa forma, pero jamás en su vida había sentido una felicidad tan plena por algo tan estúpido como oír balbucear a alguien mientras dormía. Se sentía tonto, pero al menos era un tonto feliz.

Tras un par de minutos sintió como el cuerpo del menor empezaba a moverse, hasta que por fin abrió los ojos.

- Buenos días Kacchan - dijo bostezando para volver la vista hacia abajo y poder mirarle.

- Hum... - suspiró escondiendo su rostro en el pecho ajeno - ¿De verdad tienes que irte hoy?

- Me temo que sí - confirmó acariciando el cabello del rubio para después darle un beso en la coronilla.

- ¿Qué se supone que voy a hacer todo el día sin ti? - dijo hinchando sus mofletes. Esa expresión no le pegaba demasiado.

- Mira el lado bueno; te contaré todo lo que hagamos en la academia hoy y todo lo que descubra que han hecho durante estos últimos  tres días.

El mayor asintió. Algo es algo. 

El momento de la separación estaba cerca y se le estaba haciendo muy cuesta arriba. Amaba pasar tiempo con él, y le asustaba no tener tiempo en los próximos meses.

- Ey Kacchan - notó que el mayor estaba desanimado y trató alegrarle aunque sólo fuese un poco - Cuando acaben las clases esta tarde vendré a estar contigo hasta la hora de cenar - prometió repartiendo besos entre su cabello.

El de ojos rojos asintió, iba a estar esperándolo con ganas. Además había un tema que tenían que hablar juntos.

- Hay un tema que tenemos pendiente.

- ¿Cuál? - preguntó curioso Izuku.

- Es sobre lo que propusiste esa noche, lo de los juguetes.

El de ojos verdes se sonrojó, ni siquiera se acordaba de eso, pero parece ser que él sí. 

- He mirado algunas cosas, y me gustaría que las revisaras conmigo.

- De acuerdo - dijo tartamudeando.

Tras unos minutos abrazados sin hacer nada sonó la temida alarma. Tenían que despedirse ya para bajar a desayunar, así que ambos se levantaron, y, tras unos cuantos besos y abrazos salieron de la habitación del rubio para dirigirse a las zonas comunes y desayunar con sus compañeros.

Al terminar el desayuno Izuku y sus compañeros se dirigieron hacia la salida para ir clase; el menor trató de quedarse ligeramente rezagado para poder dedicarle una sonrisa a Katsuki antes de salir, a lo que el mayor contestó despidiéndose con un gesto.