—Buenos días alumnos, este examen cuenta con 150 preguntas y dos ejercicios, tenéis dos horas, buena suerte—explica posteriormente el profesor Harry con un tono no muy amigable después de pasar lista
Observo como los demás alumnos cogen un boli y comienzan a escribir nerviosos. Cosa que yo no estoy haciendo.
Solo me embobo mirando a una bola del mundo al lado de el armario de libros del instituto.
Pasado un tiempo igual, una voz que reconozco por haberla escuchado en los patios, antes y poco más me hace volver a la aula
—Hola , em, tú eres Madison ¿no?-pregunta enfadado mi profesor que vigila esa clase
—Claro, soy yo, ¿ocurre algo?
—No se, dímelo tú, han pasado treinta minutos y todavía no has escrito nada, si de verdad te importa tan poco tus estudios es mejor que salgas fuera, ahora mismo- Me exige Harry apuntando a la puerta de clase con su dedo índice
Mi cara se vuelve roja en un abrir y cerrar de ojos, se nota que este profesor no me conoce, como es posible, solo hago que estudiar.
¡No!
Me encantaría poder haber dicho eso.
—Lo siento, déjame que coja el boli y relleno esto, gracias por avisarme, he estudiado mucho—le ruego totalmente avergonzada
Arquea la ceja
—Véte fuera, me molestas, a mi vista le disgusta tu presencia—dice Harry con tono ofendido
¿Como?
Este señor me pone de los nervios
Sin decir nada me levanto silenciosa, cojo mi mochila, el examen y el boli y me voy al pasillo, no tengo ganas de llorar, solo estoy muy pero que muy enfurecida.
Bipp Bipp
1 llamada perdida (número oculto)Resoplo
Seguro que serán los amigos de Mike intentando gastarme una broma, nunca entenderé la diferencia de personalidad de sus amigos y yo.
Decido no darle mucha importancia y rellenar como pueda el examen. Pero después de leer tres preguntas vuelvo a desconectar de el
¿Como le irá el examen a Mike?
Si no recuerdo mal, tiene el examen en la clase 067 A. Podría ir y verlo, o, podrían expulsarme por dos semanas o más perdiéndome así la semana de los buenos comienzos
Mi reloj pita
—Para, Párate- digo estresada
Cuando se para al fin, miro a mi clase.
¡Perfecto! El profesor Harry al cual seguro que le caigo mal, esta distraído regañando, como no, a otro de mis compañeros.
No paro de pensar de si irme o no.
Respiro, me calmo y envuelvo todas mis cosas con mis brazos y corro por los pasillos rezando que no me pille nadie.
Nunca me había sentido así, estoy en pura adrenalina, siento que tengo alas y vuelo, siento ese riesgo a sale o muy bien o me arrepentiré siempre.
—Ahí está, concentrado y supongo que escribiendo o dibujando algún garabato en el examen.- susurro a la nada
Seguidamente de observar a mi mejor amigo, llegan a mis oídos unos sonidos repetitivos cada escasos segundos que me hacen recordar al sonido de los zapatos al pisar contra el suelo
—Hostia, viene alguien, ¡donde se supone que esta la salida!
De los nervios me es imposible volver por donde he venido. Sé que he bajado muchas escaleras del increíble edificio que es un monstruo de lo grande que es, pero tengo que largarme de aquí lo antes posible.
Estoy andando dirección: ya me gustaría saber a donde voy
De mientras que mis pies van cada vez más rápido para no encontrarme con quien sea esa persona, caigo en que obviamente el tiempo también avanza y Harry no tardará mucho en averiguar, si no lo ha hecho ya, qué no estoy donde hace unos 45 minutos me dejo "castigada" porque le molestaba a la vista, algo así recuerdo.
<<a mi vista le disgusta tu presencia>>
Sus palabras me han dolido.
Me encierro en el lavabo más cercano y miro el móvil para saber si tengo notificaciones nuevas y no me equivoco
Deslizo mi dedo sobre la pantalla y es un mensaje de Mike
¿Me habrá visto?
¿Su profesor encargado de vigilar también?
Madison, ¿que hacías en mi puerta? ¿Que rápido has echo el examen por lo que veo no? JAJAJA
Mejor dicho, no lo he hecho.
Toco algunos botones del teléfono y le respondo exactamente las mismas palabras
Mejor dicho, no lo he hecho
Guardo el teléfono en el bolsillo de mi pantalón izquierdo.
Estoy más calmada y sé ubicarme así que me dirijo a la puerta de salida del instituto: sé que siempre están abiertas y no vale la pena volver a clase. Ya no
Conduzco en coche dejando sonar cadena dial y me paro en un parque no muy lejano de mi casa con muchos bancos donde me siento en uno y escucho el canto de los pájaros y a grupos de ancianos contarse sus vidas. Me espero allí hasta que el reloj marque la hora que se acaban las clases
Horas después, aparco delante de mi calle, salgo del vehículo y camino rumbo a casa.
Al estar a 2 metros de la entrada, el estómago se me revuelve.
¡Mi caja!
Solo quiero verla, que todo esté bien y guardarla otra vez.
El sonido de la llave al chocar contra la cerradura me estresa.
—¡Hola! Guapísima, ¿Como estas? ¿El examen bien?—me saluda mi madre en el recibidor muy contenta
—Si, muy sencillo—miento
Mi madre se gira agachándose y busca algo en una estantería pegada a la pared.
Al volverse hacia a mi, ¡Entre sus manos esta mi caja!
O espero que lo sea.
Sea lo que sea, yo soy ahora la persona más feliz del mundo
—Ya la tienes de nuevo, ¿Ves que no todo es tan difícil?
Le sonrió ampliamente y me despido con una acaricia en el hombro sutilmente para luego irme a mi cuarto.
Con la caja en mis manos, no paran de venirme pensamientos nada positivos:
¿Será mi caja?
Tendría que serlo, es idéntica
¿Quien la ha encontrado?
¿Donde?
¿Cuando?
¿Como sabía que era mía?
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10 CAJAS CONTANDO LA MIA
Mistério / SuspenseUna adolescente de 17 años en Miami siempre ha vivido una vida normal, hasta que le llega una caja negra a la puerta de su casa, imposible de abrir, cada día recibe una más, así hasta llegar a contar con 9 cajas ¿Que tan importante serán las cajas...