Atalía
No tengo la más mínima idea de cómo me siento.
Me bese con Amadeo, lo besé, me beso.
Mierda, mierda, mierda.
Fue apasionado, sin un ápice de delicadeza, rudo y con ganas. Mierda, se sintió tan pero tan bien.
¿Qué coño me pasa?
Me restriego las manos por la cara, que Amadeo besa como los putos dioses, eso me pasa.
— Gracias por alagar mis habilidades besando — Lo observó de reojo, me da una sonrisa ladeada y guiña un ojo —. Cuando quieras repetir me avisas.
Se me olvidó que está a mi lado, vamos de regreso a casa. Ah, y de paso justo ahora le da la gana de escuchar mis pensamientos.
Resoplo — No empieces.
Créeme, apenas estoy empezando.
Shu, shu, fuera de aquí.
— Si, eso mismo les dijiste a la pareja de conejos — Me recuerda — Shu, shu ¿No ven que estamos en medio de algo? — Imita mi voz, y río no le sale muy bien.
No puedo evitar la sonrisa que se forma en mis labios — Estábamos en medio de algo — Me encojo de hombros despreocupadamente.
— Sí, y al quedar en medio deberíamos terminarlo ¿No crees? — Amadeo me da una sonrisa coqueta.
Tentador, muy pero muy tentador.
Ruedo los ojos — Primero un par de preguntas.
— Adelante — Concede.
— ¿Por qué me evitabas? — Mi pregunta sale en automático.
— ¿Te molestaba que te evitará?
— No respondas una pregunta con otra pregunta, es molesto.
— Tú lo has hecho varias veces — Acusa.
— Shh. Responde.
— Solamente lo diré una vez — Dejo de caminar para observarlo, él me mira fijamente y no se descifrar la emoción que hay en su rostro —. Estaba celoso.
Abro mucho mis ojos, ¿Los golpes me afectaron o él dijo que estaba celoso? ¿Amadeo celoso?
— ¿Qué?
— No eres sorda, lo escuchaste y yo no lo volveré a repetir — Sentencia.
Santa mierda de cositos.
Sonrió — ¿De Raziel?
Él voltea los ojos.
Sí.
— No lo digas o no te vuelvo a besar — Amenaza.
Bufo — ¿Y quién dijo que yo quiero que me vuelvas a besar?
— Dado que hace unos minutos alagabas mis habilidades besando, creo que te sientes de la misma manera que yo.
— ¿Ah, sí? ¿Y cómo te sientes tú?
— Como que quiero hacer que tu espalda pegue de aquel árbol mientras nos dejamos caer por aquel beso que espera por nosotros — Deja caer.
Santa mierda de Cositos.
Este tipo me va a volver loca, o bueno, más de lo que ya estaba.
— Hazlo.
No hace falta que lo diga dos veces, en un movimiento rápido mi espalda da contra el tronco de un árbol y una de las palmas de Amadeo va hacia la parte posterior de mi cabeza para evitar algún golpe.
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Heredera Del Infierno #1 [✓]
FantasyAtalía vivió los últimos diez años encerrada injustamente en un internado debido a su diagnóstico. Psicopatía. Psicópata era la palabra con la que se le describia después del misterio accidente en donde ella se vio involucrada. Todo cambia cuando sa...