Debido a sus actividades criminales de hacker junto a su amigo Ethan y a su reciente adicción a las sustancias tóxicas, Hope Stark es enviada a S.H.I.E.L.D. a mejorar su disciplina.
Pero las cosas no salen tan bien como fueron planeadas...
¡Gracias...
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Advertencias: consumo de sustancias ilícitas.
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Cuando salió de la casa de George, Hope se sentía algo cansada, pero se encontraba en un estado más estable. Caminó alrededor de quince minutos y llegó a la casa donde vivía con su madre y su tío Paul de visitante de vez en cuando.
La muchacha abrió con cuidado la cerca blanca, recorrió sigilosamente el estrecho pasillo lleno de piedras, tierra mojada y pasto seco y maltratado cubierto de nieve, hasta llegar a su preciada casa: era grande, de dos pisos, pintada de un color gris que a pesar de ser un color en general triste, éste se veía algo brillante junto con el tejado color negro a juego.
Lo primero que vio al tirar su mochila al suelo, fue al tío Paul, el cual estaba sentado en el comedor revisando algunos documentos, seguramente de SHIELD.
Paul Johnson es el hermano mayor de la madre de Hope y trabaja para una asociación parecida al FBI llamada SHIELD y a pesar de que Paul es bastante agradable, es muy reservado cuando se trata de su trabajo y no le gusta que Hope le haga preguntas al respecto.
—Buenas tardes, Hope —saludó Paul, con torpeza, trazando una línea roja en un mapa—. ¿Qué problema has causado hoy? —cuestionó, con un toque de diversión, pero rápidamente Hope frunció el entrecejo. Conocía al tío Paul y sabía que esa pregunta no era algo casual.
—Pregunta sugestiva —se apresuró a responder—. ¡Ja! ¿Ahora quién es el listo? —dijo al ver la cara de sorpresa de Paul.
—¿Ah, sí? —Paul parecía intrigado mientras abría un folder con algunos documentos en su interior—. ¿Qué pasó? Faltaste a todas tus clases hoy.
Hope maldijo y soltó un suspiro.
Paul podía enterarse de la marca de champú del vecino con solo parpadear y con lo persuasivo e inteligente que era su tío, mentirle definitivamente no era una opción.
Así que mejor decidió decir la verdad a medias.
—No quise tomarlas —se limitó a responder.
Sabía que a él no le molestaría recibir esa información.
