Debido a sus actividades criminales de hacker junto a su amigo Ethan y a su reciente adicción a las sustancias tóxicas, Hope Stark es enviada a S.H.I.E.L.D. a mejorar su disciplina.
Pero las cosas no salen tan bien como fueron planeadas...
¡Gracias...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando Hope puso el primer pie en el comedor a la hora del desayuno, las miradas de desprecio se dirigieron a su rostro. Ella ignoró los insultos de los aprendices y caminó con rapidez hacía donde se encontraban las bandejas y tomó una; después se sirvió un poco de ensalada para después sentarse en una mesa vacía.
Los aprendices le tenían odio y un poco de resentimiento a Hope para no tener problemas con el entrenador, y otros más la despreciaban por lo que había pasado con Robert en el ring: al parecer Robert era alguien muy popular y respetado entre los aprendices, así que por ende a nadie le agradó que Hope lo haya vencido en una pelea cuerpo a cuerpo.
—Hola —alguien tomó asiento al lado de Hope y ésta sonrió un poco al darse cuenta de que era Jeremy—. Vi el video de las cámaras de seguridad del gimnasio: le diste una buena paliza a ese imbécil ¡Quedó como todo un estúpido tirado en el suelo!
—¡Bien! Estuvo genial... Supongo —murmuró Hope, en un susurro que no se lograba percibir mucho revolviendo su ensalada con desinterés y con el animo por los suelos—. Pero ahora todos me odian por eso
—No te odian —aseguró Jeremy—. Sólo tienen miedo de que el entrenador la tome con ellos. Tú no tienes la culpa, En serio.
—Es que no entiendo cómo mierda el entrenador puede ser tan despiadado con todos y lo peor es que nadie hace nada... —suspiró Shirley, dándole un bocado a su ensalada y tomándose su tiempo para volver a hablar—. Pero supongo que eso ya no es mi problema... ahora tengo que entrenar aquí en las instalaciones.
—Lo que sea es mejor que estar con el entrenador.
—Estoy segura que si. La agente Romanoff me cae mucho mejor.
—¡¿QUÉ?! —se sorprendió Jeremy, abriendo mucho la boca. Hope pudo ver como sus ojos se iluminaban—. ¡¿Natasha Romanoff es tu entrenadora?! ¡Es lo mejor que pudo haberte pasado en el mundo! ¡Hope, eso es muy maravilloso! ¡Es genial! ¡Muy genial!
