El padre que compartimos

El padre que compartimos (Capítulo único)

N/A: Esta historia está inspirada en la canción "The mother we share" de Chvrches.

No soy muy fan de los song-fics, pero escuchar esto me hizo pensar en tantas cosas, como en los Jades de Lan y mayormente en los Orgullos de Yunmeng, pero que al trasladarse a los Jin, terminaron en esta historia. Va a ser todo bastante melancólico y no tan feliz como lo que suelo escribir, pero debo decir que definitivamente tendrá un final feliz. Also... aunque esta historia está más centrada en la relación de hermandad entre ZiXuan y Yao, definitivamente habrá un poco de NieYao porque en realidad esa también es parte de la intención de este fic.

P.D. La letra dice "the mother we share" (la madre que compartimos) pero en este caso quise tomarlo como "padre" porque pues Jin GuangShan xD

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El padre que compartimos (Capítulo único)

"Nunca me puse de tu parte,
nunca maldije tu nombre
Mantengo mis labios fuertemente cerrados
hasta que te vayas...

Y hemos llegado tan lejos
como nunca llegaremos,
hasta que te des cuentade que deberías irte oh-oh-oh"

Era su cumpleaños y, como siempre, sus padres no habían escatimado en gastos para festejarlo. Aun así, Jin ZiXuan de vez en cuando se aburría de estar rodeado de tanta gente y, excusándose lo más educadamente posible, con los mejores y más creíbles pretextos, siempre terminaba apartándose de todos durante un rato para tomarse un respiro. En ese momento iba de camino al patio principal para encontrarse con sus padres y liberar las linternas cuando pasó cerca de la puerta principal y escuchó a un joven exponiendo sus argumentos a los guardias de Torre Koi, así que se escondió tras una columna para espiar. Meng Yao era el nombre del joven y, según sus propias palabras, era hijo de Jin GuangShan.

ZiXuan se congeló en su lugar, sintiendo la sangre abandonar su cuerpo mientras apretaba los puños tan fuerte que temblaban. ¿Otro hijo de su padre? ¿Y que además había atrevido a presentarse en SU cumpleaños?

ZiXuan estaba más que dispuesto a salir de su escondite y decirle un par de cosas, pero se detuvo cuando, al asomarse, notó la apariencia de aquel joven. No era como el resto de chicos que se habían presentado tantas veces antes, los que no había sido llevados directamente por su padre, claro está. Aquellas personas habían llegado por todo lo alto, anunciando orgullosamente que el Líder de la Secta Jin era su padre, y normalmente venían acompañados de un par de sirvientes que llevaban todas sus cosas. Pero este chico era diferente.

Meng Yao era apenas un poco más joven que él. Lucía bastante humilde, sus ropas estaban remendadas hasta el punto que incluso no se podría discernir qué partes de aquella tela eran las originales en la prenda, y llevaba sólo una pequeña bolsa con sus pertenencias, que no parecían ser muchas.

Al escuchar con más atención, Jin ZiXuan supo que la madre del chico había muerto por una enfermedad y que ahora se había quedado sin nadie a quién recurrir. No supo por qué, pero las palabras de Meng Yao incluso le hicieron pensar que, más que haber venido por su propia voluntad, lo había hecho por petición de su madre. ¿Alguna clase de última voluntad, quizá?