~Mundos Distintos Mismo Sentimiento~ [Jotakak]

☆ Don't speak

El pelirrojo era el jardín del Edén para Jotaro, la calidez y la suavidad de sus labios lo recibían perfectamente, el olor a frutos que desprendía se había intensificado y esparciéndose por todo el lugar.

Sentía como su mano era tiernamente apretada por una más pequeña.

El moreno fue quien tomó la iniciativa de empezar a mover sus labios, siendo algo torpe. Con cierta timidez y duda, su compañero también correspondía los movimientos de sus labios.

Ese era su primer beso por lo que no sabía que hacer exactamente, dejándose llevar por el mar de emociones por el que pasaba en esos momentos.

El beso empezó a tomar forma, ambos abriéndose un poco más para explorar al otro.

El ojiverde, con el deseo de tener más de esa muestra de afecto, con su mano libre, tomo firmemente la cintura de Kakyoin para acercarlo más. Mientras que el otro puso su mano en el amplio pecho del más alto para apoyarse un poco.

El momento era tan perfecto.

A ninguno le importó la hora, el lugar, ni si quiera el hecho de que ellos dos eran "mejores amigos" importaba más la sensación de aquel beso y lo que provocaba en cada uno.

Poco a poco el aire hacía falta y podía escucharse respiración de los dos chicos. Principalmente de Jotaro, aquel beso empezaba a surtir efecto en su cuerpo.

Entre más pasará el tiempo, Jotaro empezaba a mover sus labios de manera más demandante, sujetando de la nuca del chico y enredando sus dedos en el delicado cabello rojo para empujar más su rostro contra el suyo.

Ejerció más fuerza sobre él, que lo hizo perder el equilibrio y tirándolo sobre la cama, quedando sobre el cuerpo más pequeño. Su gorra se le había caído en el proceso.

Instintivamente el chico se sujetó con su mano libre del brazo del mayor. Kakyoin se había asustado un poco.

El par de chicos estaban recostados sobre la cama, el mayor apoyando una de sus manos sobre el colchón para no aplastarlo y con la otra mantenía cautiva una de las manos de Noriaki.

- Jo....Jo - Murmuró entre los besos, correspondiendo como podía. Apenas y podía seguir el ritmo demandante del mayor.

Jotaro seguía perdido en esa sensación, la calidez y humedad que acariciaba sus labios lo hacían despertar un cosquilleo en su vientre bajo. Algo empezaba a despertar y no era exactamente en su intimidad.

Un impulso

Quería más y más del delicado chico, quería seguir tocando esa tersa piel, esa fina figura y probar más de él.

Apretó el agarre que tenía con él, besando de manera brusca y descuidada, dejando sin aire a su compañero, que solo pudo ladear un poco su rostro para respirar. En ese momento el cuello del pelirrojo quedo totalmente expuesto; Jotaro no pudo evitar sucumbir ante el deseo de besar esa parte. Inclinándose levemente para rozar con sus labios la blanquecía piel.