✾One✾

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Johnny estaba realmente agotado. Había pasado horas y horas en su estudio buscando un buen diseño para el traje que debía confeccionarle a la Reina, su mente estaba nula y le dolía fuertemente el cuerpo.

Si la prenda hubiese consistido en simplemente hacer un vestido de esos que Su Señora adoraba, todo hubiese sido mucho más fácil. Pero no. Esta vez la Reina le había encargado confeccionar un fino y delicado traje masculino para su hijo mayor que estaría de regreso luego de recibirse de la Universidad.

Ni siquiera conocía al joven, no tenía sus medidas, su estilo, sus preferencias. Nada. La tarea era asunto complicado, pues debía ser innovador y sorprendente, pero ahora, en esos momentos, la originalidad era algo que no le nacía de ninguna manera. Asique, sin más ideas, se fué a dormir. Pronto se le ocurriría algo, pues bien se sabe que la almohada es buena consejera.

"Johnny's L'atelier" era una de las tiendas de ropa más famosas de todo el país. Seo John, su dueño y fundador, era reconocido por su arduo y prolijo trabajo, por hacer -como muchos decían- arte con las telas; por fascinar en todas las pasarelas a cientos de diseñadores y jueces del más alto rango en la industria.

Johnny sabía enamorar con sus preciosos y extravagantes diseños, con esa llamativa esencia oriental que lo distinguía del resto y lo transportaba a sus raíces asiáticas.

¡Si habría sido solicitado millares de veces!, ¡si habría diseñado vestidos para la Realeza!. Las ideas en su cabeza parecían jamás acabarse, siempre sorprendía a todos con algo nuevo, con algo mágico e hipnotizante. Pero...

Ahora debía hacer algo que se salía de su zona de confort, ahora debía afrontar un enorme desafío. Debía diseñar un traje, ¡un traje de varón!, y no para cualquier persona, ¡si no que ni más ni menos que para un príncipe!.

— ¡Santo cielo! ¿en qué lío me he metido? — se lamentaba mientras jalaba de su cabello. Tenía que cumplir con su palabra, pues sabía que el solo hecho de decepcionar a la Matriarca podía costarle su carrera. Ahora que ya estaba en el baile, no le quedaban opciones, debía hacerlo.













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Al día siguiente en la mañana, se dirigió hacia el Palacio para consultar acerca del joven. Como era muy conocido en lugar no pusieron reparos a su ingreso y lo condujeron hasta donde la monarca se encontraba.

Al hermoso salón Real.

Johnny charló un largo rato con ella, pues había sabido ganarse su confianza y afecto. La Señora lo amaba como a un hijo y le confiaba todos sus trajes, pues  bien sabía que Seo jamás le fallaría y que siempre que ella luciera uno de sus diseños sería la tapa principal de todas las revistas de moda y tendencia.

Realmente amaba ser reconocida y alabada, no era ajena su típica naturaleza vanidosa y extrovertida. Asique esta vez - además de querer, naturalmente, lucirse ella - quería que su tan amado hijo mayor se viera como el imponente y guapo chico que era. Chico que luego la sucedería y se convertiría en el gobernante de aquellas tierras. Un hombre de clase, hermoso, fuerte e inteligente, que desatara suspiros de amor, admiración, respeto y temor.

Seo consultó todo lo necesario para poder confeccionar bien aquella prenda, pero lamentablemente no bastaba con solo esos datos. Lo que más necesitaba ahora era un modelo, un jovencito que le ayudara a estructurar bien la petición o el príncipe parecería un payaso en la fiesta.

— Su Majestad — citó.—  Agradecido estoy con vuestra ayuda, pero, por favor, le ruego que me aporte de su gracia con un modelo de similar contextura que su hijo, será solo para poder crear las estructuras, el resto podré continuar haciéndolo solo.

❝𝕃'𝕒𝕥𝕖𝕝𝕚𝕖𝕣❞ ❮JonhJae❯ 2ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora