Capítulo 23

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Jungkook miraba confundido a Taehyung pasear por todas partes de aquí a allá, movía cosas que no sabían cómo se llamaban (porque no lo recordaba a pesar de que su Hyung se lo dijo muchas veces) lo vio salir y entrar de la habitación con vasos de agua, pinceles, brochas una cosa que parecía ser una espátula, unos trapos manchados de pintura y muchas más cosas.

Jungkook solo veía como Taehyung se movía llevando y trayendo cosas y ya se cansaba, de solo mirar le daba envidia la cara de felicidad de Tae a comparación de la suya que demostraba confusión total.

Ser artista se veía cansador.

—Bueno... hay que comenzar —habló por fin Taehyung mientras limpiaba sus manos después de haber ubicado cada material en su lugar.

—Entonces... ¿que haremos? —preguntó jungkook mientras se amarraba el delantal que Taehyung le prestó para evitar manchar su ropa.

—Lo que tengamos en nuestra cabeza —vio que jungkook no podía abrochárselo y fue a ayudarlo.

—¿Quieres que pintemos nuestro cerebro o el pel...? ¡hyung! —recibió un leve golpe de parte de Taehyung en la nuca.

—No me refiero de forma literal tonto —tomó su propio delantal para colocárselo— algo que se nos venga a la mente. Hagamos algo —se paró frente a él tomando su manos sintiendo la suavidad de estas— cerraremos los ojos e imaginaremos algo, lo que sea.

Ambos tomaron una bocanada de aire y antes de exhalar cerraron sus ojos casi al mismo tiempo mientras sus mentes trataban de conectar algo ideal para que pudieran pintar en sincronía.

Jungkook no tardó mucho en abrir los ojos pues la verdad nada había llegado a su mente por más que se esforzara la suave caricia que su Hyung daba a sus manos lo distraía completamente. Y no era su culpa que su corazón de la nada comenzara a latir como si quisiera correr lejos de él.

Al abrir los ojos lo primero que vio fue a Taehyung con los suyos completamente cerrados, sus largas pestañas acariciaban sus mejillas notando un pequeño rubor en estas dándole un aspecto adorable. Bajó un poco su vista a los rosados y gruesos labios que había besado más de una vez viendo nuevamente ese lunar que tanto le gustaba en ellos al igual que el de su nariz. Sus cabellos ondulado en su mayoría despeinado se colaban en su frente. Sus gruesas pero bien definidas cejas le daban ese aire varonil que le gustaba en él, sabía que Taehyung era atractivo por donde lo vieran, pero sus cejas le daban mejor ese toque. Simplemente para Jungkook Taehyung era una obra de arte.

Cuando Taehyung abrió los ojos Jungkook se sonrojó un poco ya que este sonrió al encontrarlo observándolo mucho y Jungkook acaba de encontrar algo más en Taehyung que le gustaba.

La mirada en sus ojos cuando lo veía. Aquella que lo hacía sentir especial.

—¿Que tanto mirabas? —finalmente le preguntó al menor.

—Pues... a ti —confesó llevando su mano derecha a la nuca, era algo que hacía cuando se encontraba nervioso.

Y Taehyung lo sabía.

—Supongo que ya pensaste en algo como para que me hayas estado mirando todo este rato.

—La verdad.... no —se rió un poco— pero si tuve una idea quizás es algo tonta.

La Epifanía de un pintor •KookTae•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora