One-shot

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[N] = Nombre.
[A] = Apellido.
[C/D/P] = Color de pelo.

— ¡Vamos [N] tu puedes!— golpeó sus mejillas animandose a si misma al mismo tiempo que intentaba ocultar los nervios que sentía a flor de piel

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— ¡Vamos [N] tu puedes!— golpeó sus mejillas animandose a si misma al mismo tiempo que intentaba ocultar los nervios que sentía a flor de piel.

Estaba un cincuenta porciento decidida a qué ese día se le declararía al pelirosa por el cual había comenzado a tener sentimientos hacia ya un tiempo, pero por más que practicara, aquellas palabras no lograban salir de sus labios, era como si un nudo en la garganta las retuviera sin intención de dejarlas salir.

Era inevitable no sentirse decepcionada de si misma, no comprendía cómo podía pelear contra maldiciones y haber estado tantas veces al borde de la muerte sin sentir temor alguno. Pero desde que comenzó a desarrollar los sentimientos por “el sol de la academia” como solía llamarle cuando se encontraba a solas, la vulnerabilidad que nunca antes había sentido comenzó a hacerse presenté.

No podía dormir por las noches, su cabeza se llenaba de imágenes junto a Itadori y su contagiosa sonrisa, le costaba concentrarse y a menudo se le veía en las nubes en medio de las clases. La única solución al “problema” era declararse y ser rechazada de una vez por todas, para así volver a la normalidad, o eso creía, pues desde que tomo la decisión de decirle a Yuuji sus sentimientos; aquellos síntomas fueron en aumento.

Logrando ponerla en peligro en un par de ocasiones mientras realizaba su trabajó.

Alzó su mirada al escuchar unos paso acercarse, y sus ojos se llenaron de esperanza e ilusión en cuanto se topo con su dos sempais quienes la observaron un poco confundidos por la manera en la que está los miraba.

— ¡Inumaki-sempai! ¡Yuki-sempai! ¡Ayúdenme por favor!— exclamó casi en forma de súplica.

— Lo siento... No tengo dinero ni nada que dar— hablo rápidamente la más alta.

— Salmón.

— ¡N-no les pediré dinero!— volteo la mirada con vergüenza— No está vez— murmuró por lo bajo. Ambos presente intercambiaron miradas antes de volver su atención a la joven.

— Bien, entonces ¿Que ocurre?

— Mostaza.

[N] hizo una pausa pensando bien lo que estaba apunto de preguntar, trago en seco nerviosa, puesto en que serían las primeras personas en contarle lo que le estaba ocurriendo, incluso así, parecía ser algo difícil de decir.

— Bueno... Técnicamente estoy bien... Lo que quiero saber es... ¿¡Cuál de ustedes dos dió el primer paso!?

— Ugh— la pelinegra hizo una mueca sonrojándose al instante. Se esperaba cualquier cosa menos una pregunta tan personal y directa como esa—, espera, tu no irás a ninguna parte— exclamó con vergüenza tomando a Inumaki por el cuello de su uniforme, pues parecía con intenciones de huir—. Y dime ¿A qué viene esa curiosidad tan repentina?

ɪᴛᴀᴅᴏʀɪ ʏᴜᴜᴊɪ • 𝓒𝓸𝓷𝓯𝓮𝓼𝓲𝓸𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora