Yeji había sido halagada toda su vida debido a su capacidad de observar y ser tan silenciosa, de saber que es lo que estaba pasando mucho antes que los demás. Esta vez no fue la excepción, teniendo un ligero malestar acerca de Jungkook mucho antes de que este comenzará a maltratar a Yoongi, algo estaba.... Mal.
Su porte elegante llama la atención, sus dos coletas rebotando cada que daba un paso, sus feroces facciones dándole un aura llena de confianza sobre si misma, sus ojos escaneando los pasillos de la escuela. Reconoció a Wonyoung, la hermana menor de Wooyoung, saludándola con una cálida sonrisa que contrastaba con sus fríos ojos.
Después de pasar un tiempo platicando con Chaeryeong y su hermana, Yeji siguió su camino, divisando una mata de cabellos castaños que reconocería en cualquier lado. Frunció el ceño, acomodando su mochila para que no fuera tan incómodo el caminar, posando sus manos en sus mejillas al terminar. Suspiró, sabía que la culpa no recaía totalmente en Taehyung ya que el no era quien estaba en una relación, pero imaginaba que enterarte que tu mejor amigo se acostaba con tu novio no debía ser algo agradable de saber.
Haciendo lo posible para ignorarlo, Yeji caminó hacia su salón, sacando su celular para fingir estar distraída; sin embargo, Taehyung tenía otros planes.
Tomando su muñeca, este murmuró un "Min" haciendo que girara su cabeza y posará toda su atención en el, una sonrisa socarrona en sus labios. Taehyung hizo una mueca.
— ¿Qué sucede, taetae? — usó el apodo que su hermano solía usar al hablar con Taehyung, el veneno claro en su voz, no dejando de sonreír con cinismo y burla. Posiblemente estaba siendo bastante cruel, qué pena. Pero no le importaba.
— Yo... ¿Crees que pueda hablar con Yoongi? Solo una vez... Por favor. — habló afligido, su voz una fina línea que parecía iba a quebrarse en cualquier momento. Yeji lo observó, recargando todo su peso en una pierna y enrollando su cabello en un dedo, moviendo su boca a un lado como si estuviese pensando en que responder. Soltó una risa nasal, tomando la cara de Taehyung entre sus manos.
— Dulzura, yo no puedo decidir eso. Si quieres preguntarselo a alguien, pregúntale a Yoongi, no a mí. No soy ninguna paloma mensajera, y mucho menos tuya, gracias. — soltó, la indiferencia clara en su voz. Peinó los cabellos de Taehyung con su mano izquierda, moviendo su cabeza a un lado, para después hablar. — Pero, ¿sabes? Si yo fuera el no te volvería a hablar en toda mi vida. Es más, ni siquiera sé si sabe que fuiste tú, su oh tan mejor amigo. Pero no te preocupes, yo me encargaré de hacérselo saber — lo soltó, oyendo como este suspiraba entrecortadamente. — Ten un buen día, Tae! — palmeó sus hombros, dándole una sonrisa brillante y amable. Totalmente lo opuesto a lo que salió de su boca. Taehyung iba a extrañar las noches de películas con ella y las distintas bromas y secretos que se contaban el uno al otro.
Todo era su culpa.
<3
Y
oongi se sentía extraño. Si antes era considerado un bicho raro por estar en una relación tóxica y no hacer nada para detener a su novio abusivo, ahora se sentía como un animal exótico en un zoológico. Parado ahí, encerrado para la satisfacción y diversión de las personas. Al parecer alguien estuvo presente en la escena que pusieron todos en aquel café hace no mucho tiempo, y no tardó en ser un hot topic entre todos sus compañeros de instituto. Se retorció incómodo, su vista pegada al suelo escuchando los murmullos que todos soltaban la verle pasar. No era para nada agradable y le comenzaba a poner muy ansioso, su mente repitiendo una y otra vez lo inútil y estúpido que era. Cerró los ojos, tratando de pensar en otra cosa, cuando un fuerte estruendo lo sacó de sus tormentosos pensamientos.
— ¡Eh, idiotas! — la voz de Hwasa hizo que todo el pasillo se quedara en silencio, intimidados por la fémina. Yoongi levantó la vista, encontrándose con la ya habitual escena de Hwasa acompañada por Namjoon. Esos dos nunca se separaban y sería más raro no verlos juntos. — Si tienen algún problema con el, tienen problemas conmigo y Soyeon. Vengan y díganme todo lo que quieran decirme a la cara, anden — finalizó, observando a todo el pasillo que solo se limitó a observarla, evitando su pesada mirada. — Eso es lo que pensé. Lárguense. — las pocas personas que se encontraban en el pasillo corrieron despavoridas a quien sabe dónde, lo que le hizo suspirar de alivio.
— Cielos, que está mal con esta gente. Su morbo es más grande que su empatía. — soltó Namjoon, haciendo una mueca de disgusto que hizo resaltar sus hoyuelos. Yoongi pensó que era muy bonito.
Hwasa se acercó a el, tomándolo del brazo y guiándolo hacia su salón de clases, el sonido de la paleta chocando contra sus dientes lo único que se podía oír el en pasillo, sus largas uñas dejando marcas como lo hacía habitualmente; sin embargo, no dolían.
Al llegar, la situación no cambió bastante. Todos, a excepción de Nayeon, Minnie, Jooheon y Jeongyeon lo miraban como si fuese un zombie, un monstruo quizá. Namjoon les lanzó una mirada que hizo que todos regresaran a sus actividades habituales. Nayeon chilló.
— ¡Yoonie! — gritó corriendo hacia el para llenarlo de besos y abrazarle como si hubiera desaparecido por años. Yoongi soltó una risita nasal, dejándose mimar por Nayeon. Ella era tan bonita y popular, no entendía como podía si quiera estar y convivir con alguien como el, lo que fácilmente arruinaría su perfecta imagen y reputación. A Nayeon no parecía importarle, sin embargo, así que no comentó nada al respecto.
— Estábamos tan preocupados, Yoonie. Jinsoul nos contó todo, ese hijo de puta nos las pagará. — Habló, tratandl de sonar intimidante, aunque sus dientes de conejo no ayudaban, dandole un toque cómico. — Gracias por traerlo, Hwasa. — habló, subiendo sus vista a la morena quien tenía ambas manos descansando en sus anchas caderas, Namjoon con la barbilla sobre su cabeza. Esta movió su mano frente a su cara repetidas veces, en señal de que no había problema, la paleta no abandonando su boca en ningún momento.
— ¿Sabes dónde está Soyeon? Necesito hablar con ella urgentemente. — Hwasa asintió, haciendo una seña con la barbilla para que la siguiera, pero Nayeon se detuvo a mirar a Yoongi por última vez — Quedate aquí, Yoon. Jooheon está en las bancas de atrás, puedes ir a sentarte con el. — dijo, señalando la parte trasera del salón, a lo que Yoongi asintió, saludando a Jooheon levemente. — Por cierto, Hoseok del otro salón vendrá a dejar unas cosas en un tiempo. Por favor, trata de recibirlas, ¡Gracias! — y abandonó el salón.
Hoseok... Ese nombre le sonaba, pero no recordaba de dónde.
Alzó los hombros, quizá cundo lo viera lo recordaría.
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Idontwannabeyouanymore •KG
FanfictionO dónde YoonGi no se siente suficiente para JungKook •KookGi • Capítulos cortos •Mención de otros personajes