FRACASO

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Siempre se descubren cosas nuevas sobre uno mismo. Cosas que siempre han estado ahí, latentes, y solo hay que dar un paso para llegar a conocerlas.

Tras los sucesos del día anterior, Mai tomó la decisión de madrugar para leer los libros que había encontrado en la biblioteca, antes de ir al examen de la academia. Todo le resultaba tan familiar que llegaba a asustarle. Ese poder era suyo, y era increíble el cómo no había sido consciente hasta ese momento de su existencia, cuando siempre había formado parte de ella.

Tras ojear distintos libros, Mai escogió uno escrito por el mismo Hashirama sobre los jutsus del estilo madera que él solía utilizar.

No parecían tener un orden de aparición, así que eligió el que le pareció más sencillo de realizar. Clones de madera.

Durante lo que le parecieron horas trató de que la madera saliera de su brazo y así crear el clon, pero por algún motivo, no lo conseguía. Podía sentirlo, podía sentir que era capaz de hacerlo, que el poder estaba ahí, pero no pasa nada.

Absolutamente nada.

Decepcionada consigo misma, la idea de que todo hubiera sido un sueño empezó a tomar forma, aunque era ridículo. Está ahí. Se repitió. Lo sentía. ¿Por qué no podía lograrlo?
El gran cansancio de madrugar y su esfuerzo para no lograr nada hicieron que se sintiera una completa inútil.

En la academia, un nervioso Naruto trataba de disimular sin éxito su agitación. Mai por su parte estaba demasiado decepcionada como para sufrir los efectos de los nervios. Sentía que ese examen no era tan importante como lo que ahora tenía entre manos.

—¡Mai-chan! Por fin llegas 'ttebayo.—dijo con un muy leve tartamudeo.

—Vaya, he de admitir que nunca te había visto tan nervioso...—dijo preocupada, al chico le sudaban las sienes y tenía un tic en la pierna izquierda.

—¿Nervioso? ¡Qué va! Solo tengo frío 'ttebayo.—a Naruto nunca se le había dado bien disimular.

—Venga Naruto, ten confianza en ti mismo. Seguro que lo consigues, al fin y al cabo serás Hokage ¿No?—intentó darle ánimos, el tema de ser Hokage siempre funcionaba.

—¡Pues claro que sí! Gracias por recordármelo, Mai-chan.

Mai sonrió. Todo el mundo necesita que alguien le recuerde de vez en cuando quién es y cuánto vale. Para ella esa era su misión en cuanto respectaba a Naruto.

—¡Yo he llegado antes, Ino-puerca! ¡Mi pie está más adelantado que el tuyo!—se escuchó gritar a Sakura al otro lado de la clase.

—¡Pues claro que no frente de marquesina! ¿¡A qué he llegado yo antes Mai-chan!?—le preguntó al ver que la chica había desviado su atención hacia ellas.

—¿Por qué no lo dejáis en un empate y ya está?—propuso mientras se acercaba, tratando de calmarlas. Su deber como amiga era apoyar a Ino y decirle a Sakura que ella había llegado después, pero ya lo había hecho otras veces, y estaba cansada de vivir lo mismo una y otra vez.

—¡No!—Gritaron ambas.

—Vale vale...—contestó con la cabeza gacha.

Iruka-sensei entró deteniendo la disputa en seco y fue llamando a los estudiantes uno a uno para hacer el examen.

Cuando dijeron el nombre de Mai, la chica notó como por primera vez en ese día los nervios se acumulaban en su estómago. Quizá había subestimado la importancia de ese examen después de todo. Miró a Naruto, que se encontraba al lado de Ino, y ambos levantaron los pulgares y le sonrieron tratando de darle ánimos.
Mai levantó la cabeza con determinación y entró a una sala con varios chunnin, que le pidieron que usara el bunshin no jutsu.

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⏰ Last updated: Feb 29 ⏰

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