𝟢𝟫🌊𝐸𝓃 𝑒𝓁 𝒶𝒷𝒾𝓈𝓂𝑜 𝒹𝑒𝓁 𝑜𝒸é𝒶𝓃𝑜.

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Hace unos días había decidido buscar a Eloy, Bruno y Marina. Al que me encontré fue a Eloy, y este me invitó a su casa tipo cabaña cerca de la playa, me invitó a ir para aclarar varias cosas, y accedí a aquello de forma segura, pero ahora, que me encontraba a unos solos pasos de está, sentía demasiados nervios en mí como la primera vez. Por eso, retrocedí unos pasos más, sin embargo, ahora no apareció Bruno para animarme a continuar mi camino, sino, se hizo presente Marina. 

De una forma misteriosa, apareció frente a mí con los brazos cruzados en su pecho, vistiendo un vestido azul marino largo y sencillo, de tela casi transparente, dejando ver su bikini, mostrándose molesta o fastidiada, o tal vez estaba normal, pues siempre tenía cara de fastidio aquella mujer. 

La miré tragando saliva nerviosa, sin decir nada, esperando que ella hablara, hasta que lo hizo.

Creí que no vendrías mencionó, provocando que mi nerviosismo aumentara, sin embargo, traté de actuar con calma.

Prometí venir.

Cuando dije aquello en un susurró, la mujer me sonrió de forma sincera y dio la vuelta, comenzando a caminar.

Sígueme.

Al instante la obedecí, hasta que nos adentramos a la cabaña, dejando la puerta abierta para escuchar las olas del mar chocar, pero aquel calmado sonido fue ignorado por mí, al percatarme de los hombres que se encontraban frente mío; Eloy y Bruno, que me miraban de forma seria y vestían del mismo color que Marina, con una camisa azul marino con ciertos botones abiertos dejando ver su pecho y pantalones blancos. Los tres estaban descalzos, mientras yo usaba sandalias, un short y una blusa holgada de color verde, viéndome extraña con ellos.

Además, también me había percatado que el diseño de la cabaña había cambiado, ahora, ya no era la típica cabaña para vacacionar de cualquier persona, sino, casi no tenía muebles y había caracoles y otros artefactos marinos de decoración en el lugar, dándole un olor extraño a todo, molestando a mi nariz. Pero, a pesar de aquellos detalles decidí ignorarlos para enfocarme en mirar a las personas delante de mí con firmeza, esperando que alguien dijera algo porque yo no quería terminar con aquel silencio, hasta que, por fin, alguien hablo.

Pensé que no vendrías.

Bruno fue el que rompió aquel silencio, dando una sonrisa, atrayendo la mirada seria de sus compañeros que parecían verlo con reproche, haciendo que este eliminara su sonrisa, pero yo por mi parte me reí, alegrándome de esto, pero al tener la mirada de los tres puesta en mí, me quedé seria y carraspeé, para después hablar.

Se lo dije a Eloy que vendría. No los dejaría solos en esto.

Al instante, Marina soltó una carcajada atrayendo mi atención, ya que parecía que había dicho un chiste, pero no era así. Al percatarse los hombres de mi molestia ante la actitud de Marina, decidió hablar Eloy, callando la risa de la morena.

No le hagas caso a Marina declaró haciendo que todos lo vieran, de diferente forma, pero atrajo la atención de todos y eso era bueno. Algo digno de un líder—. Antes de enseñarte a controlar tus poderes, debo explicarte que sucede y que hacemos aquí mencionó, dando unos pasos hacía mí, haciendo ciertos movimientos con sus manos, sin embargo, yo negué con la cabeza al oírlo, atrayendo miradas confundidas.

No es necesario. No me quiero involucrar demasiado en esto, sé que no es muy inteligente aquello, pero creo que, por el momento, me sentiré más segura si me ayudan a entender sin darme explicaciones largas, para poder adentrarme a su mundo.

Creo que... deberías escucharnos mencionó Bruno, entrecerrando sus cejas y viéndome divertido, provocando que, por una extraña razón, me sintiera como una tonta y me encogí en hombros viendo a las tres personas frente a mí.

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