Capítulo 6

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Carlhos.

Todo el mundo estaba gritando, lanzando piedras, corriendo, llorando, fue algo que para todos tomó por sorpresa.

Martinez me vió y me señaló, siento la presencia de alguien detrás de mí, volteo y lo veo.

—¿Qué haces?, ve con las chicas.— le ordené a mi amigo.

—Martínez y sus amigos viene por ti, no te voy a dejar solo— fue lo que me dijo Matthew después de lanzar una piedra y esta le dió directo al acompañante de Martínez.

—Tenemos que irnos—  grité para que todos los de mi colegio escucharan. Ellos de inmediato empezaron a correr, pero fue imposible, nos tenían atrapados. Habían estudiantes al inicio, al final, a la derecha, e izquierda de las calles, no teníamos para donde coger.

Todo mundo se desesperó pero cada quien debía defenderse como pudiera.

La sangre me hervía, sentía unas ganas inmensas de romperle la cara a ese imbécil, todo esto por un simple juego, el cual ninguno ganó y ninguno perdió.

Los chicos empezaron a quitarse la camisa del colegio y a coger ramas de árbol para golpear a quien se le acercara.

Debo aclarar que nuestra institución está llena de estudiantes de toda clase y muy peligrosos, así que por ellos no temía.

Temía por las chicas, ellas no sabían que hacer, algunas trataban de tranquilizar a sus novios y estaban alteradas.

Cuando estoy tirando piedras hacia la dirección contraria, me puedo dar cuenta que si seguimos así nos van a acabar, solo estamos los que jugamos y el resto son chicas, en cambio ellos llevan ventaja ya que la mayoría son hombres y solo he visto como 6 mujeres, quienes también han estado enfrentándose con nosotros.

La escena que presencié me dejó helado, Thalían, novia de Owen el arquero, está corriendo para alcanzarlo pero antes de llegar recibe una piedra que impacta en su cabeza, ella cae y se vuelve a golpear con el piso pavimentado. Owen cuando ve lo ocurrido se dirige hacia ella, trata de alzarla pero ella está como muerta, o quizás desmayada.

Fue tan fuerte el golpe que se escuchó. Owen empezó a llorar y su mirada se oscureció, levantándose del suelo rápidamente corrio hacia el agresor y mi alarma interna empezó a sonar haciendo que reaccionara y corriera detrás de él.

Owen es hijo de un abogado exitoso de la ciudad, muchos dices que va a peleas clandestinas, por esa razón nadie se atreve a meterse con él, además tiene buen físico y un puñetazo de él puede matar a cualquiera.

Owen alcanza a su víctima, lo toma del cuello, estampa un puñetazo en su nariz y él tambalea, Owen con mucha rabia se lanza sobre él y caen, tira su cabeza repetidas veces estrellándola con el piso pavimentado, la sangre se empieza a notar, tiene la cara hinchada, y por un momento pensé que lo había matado.

Matthew le lanza un puñetazo haciendo que Owen reaccione, no se en que momento apareció pero yo estaba sin moverme, en shock, todo había Sido por mi culpa, si no le hubiera metido el puñetazo todo seria distinto, pero joder, no me arrepiento.

Quité mi vista de esa escena realmente traumante y busqué con la mirada a Marcella, cuando la ví me sentí mucho más culpable.

Me acerque a ella, quién estaba con envuelta en los brazos de Alessa, ambas estabas temblando y con los ojos hinchados de tanto llorar.

Cuando me vio se soltó de los brazos de Alessa y por un momento pensé que llegaría a los míos, pero solo me miró y dijo.

—Oensé que era lo suficientemente importante para ti— y esas lágrimas que tanto odio que estén en su rostro, salieron.

Iba a responderle pero salió corriendo y temí que le hicieran algo, tenía que ponerla a salvo.

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Matthew.

Conocía a Owen, él es muy capaz de matar a cualquier imbécil que se atreva a meterse con su novia, ella es lo más sagrado para él.

Sabía que iba a ocurrir algo así cuando ví su mirada oscura, debía detenerlo porque nadie más que yo iba ser capaz hacerlo.

Lo conocí en una de sus peleas clandestinas, realmente es aterrador cuando tiene ira.

No sabía cómo detenerlo, un poco más y acaba con el imbécil ese. Owen parecía un demonio, estaba cubierto de sangre, su rostro tenía gotas de ese líquido, sus manos, su ropa, todo de él.

La víctima tenía los ojos medio abiertos, y la cabeza partida, era ahora o nunca. Estampé un puñetazo en el rostro de Owen, y su mirada se dirigió a mí, no me dio miedo, sabía que él reaccionaba a los golpes.

Se levantó, miró al pobre chico moribundo y corrió hacia su novia.

Me acerque al chico medio muerto, lo examiné y no pude evitar decir.

—Dile a esos cabrones que a la próxima no habrá piedad— no se si escuchó pero hizo una mueca de dolor. Seguía vivo.— felicidades, sobreviviste al gran Owen—. Hice una pausa levantándome y mirando a sus compañeros quienes me observaba con miedo— No es de mí quien deben temer o quizás sí, pero ahora márchense y no vuelvan.

Ellos cogieron a su compañero y se marcharon, la calle quedó sola, con las chicas llorando, quejándose y los chicos maldiciendo, pero al fin se habían marchado.

Lo peor es que la policía no llegó, vino aparecer cuando ya Owen se había encargado de todo, y así se demuestra que la policía no sirve de nada, aparecen cuando ya todos están muertos.

Alessa corrió a mi y la envolví con mis brazos, ella comenzó a llorar y a balbucear.

Mirando a todos me di cuenta que esto marcara de por vida a cada uno de nosotros, y seguro nos unirá más.

Carlhos discutía con Marcella, porqué no sé, pero al final mi amigo lo único que hizo fue abrazarla a la fuerza y darle muchos besos, lo cual ella no pudo resistirse.

Ya eran 7:43 de la noche, él tiempo se había ido demasiado rápido.

Cuando ya estábamos más tranquilos, volvió aparecer la policía avisándonos que no habían encontrado a él resto de estudiantes.

Yo enseguida empecé a revisar para saber de quienes hablaban.

—Falta Stefan, Andrés, Ethan, Allen, y Nocolhas— dijo el policía.

—Tenemos que irlos a buscar— habló Carlhos con angustia.

—No, es muy peligroso, los otros estudiantes estaban armados.

Eso fue lo último que escuchamos, salimos corriendo en busca de nuestros amigos.

Un equipo jamás abandona a los suyos.

De esta nos hundimos todos o nos salvamos todos.

Alessa gritó tan fuerte que me detuve pero debía ir por mis compañeros, sabía que ella iba a estar bien con los policías, y si ella está a salvo yo también.

Le tiré un beso y seguí mi camino, nos adentramos a una calle con poca iluminación y ahí nos perdimos de vista.

EliGonzlez18.

¿Ellos, él o yo? © [Darkness 0.1] En PausaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora