Peleas de mordiscos

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El círculo seguía formado hasta que por la ventana empezaron a entrar varios hombres lobos, estos rodearon a las empleadas, los gruñidos por ambas partes eran presentes pero la pequeña al sentir una mano en su hombro solo pudo hacer una cosa: gritar

Aquel grito agudo pareció espantar los ya que se fueron tan rápido como llegaron, el círculo se giró mirando a la pequeña encogida tapándose la cabeza con las manos, ahora estaba en el suelo sentada hecha una bola

Las criadas al intentar acercarse fueron detenidas por el ahora malherido vampiro, este se agacha a su lado y acaricia su cabeza con cuidado, Zenda alza la vista y al ver que estaba erido su primer gesto fue acercar su mano a su mejilla donde había una herida, la cubre con un pequeño pañuelo provocando una sonrisa en el mayor

Este la alza y camina con ella a su cuarto, al entrar y dejar a la pequeña en el suelo la ve desaparecer en dirección al baño y volver con un botiquín, tal vez resaltaba demasiado que esas heridas no se curarían tan rápido

Luca es obligado a sentarse por la otra quien sin mediar palabra empezó a curar las eridas visibles, tanto de la cara como de las manos y brazos, el problema mayor llegó al ver su espalda rasguñada, aparta su camiseta con cuidado desaciendose de ella teniendo así vista plena de su espalda y los profundos arañazos en esta

Con cuidado empieza a curar escuchando los gruñidos del herido, trata de no temblar mucho pero esos gruñidos la intimidaban bastante

Al acabar venda su cuerpo siéndole difícil ya que era mucho más grande que ella por lo que al pasar la venda por el frente debía pegarse a su espalda, mira su cuerpo vendado y suspira aliviada

El chico de delante suya se gira sonriendo, aquellos filos seguían fuera pero extrañamente no la asustaban como de costumbre, acerca su mano a el y toca uno con la curiosidad de una niña pequeña, pero al tocar el reborde solo con sigue pincharse dejando salir una gota de sangre

Luca mete el dedo en su boca y lo lame y al sacarlo estaba sanado, como si nunca se hubiese pinchado, pero sus ojos repasaron las mejillas de la pequeña comprobando su tono ahora rojo cual rosa

–¿Pasa algo pequeña?–Al instante niega apartando la mirada y como si nada la puerta se abre dejando ver a las criadas caer por estar posadas en la puerta

Pareció no hacerle gracia al mayor más que nada por sus ojos rojos sangre y sus gruñidos, ante eso la pequeña se pone delante como cubriendo a las chicas del suelo, cierra sus ojos con temor pero eso no la movía

Sus ojos estaban cerrados con fuerza pero al notar una mano acariciar su cabeza abre sus ojos encontrando una sonrisa cariñosa, parecía que aquel gesto le habia agradado, mira a las chicas de detrás suya quienes aliviadas sueltan suspiros

La pequeña suspira y las fuerzas le abandonan, el miedo la dejaba sin fuerzas, pero antes de caer tenía unas manos sujetándola y alzandola como si de una pluma se tratase

–Zenda–La pequeña al oír su nombre mira al que la mantenía cogida esperando el motivo de su llamada

–Parece que tus ojos cobran vida después de unos días–Sonrie ampliamente agradado ante aquello pero el rugir de su estómago alarma a todos a excepción de la pequeña

Las criadas miran a la menor sin saber cómo actúa mientras el otro luchaba consigo mismo tratando de no morder, pero parecía que aquella lucha no era necesaria ya que al notar la pequeña muñeca de la chica acercarse a su boca no pudo evitar morder

Aún seguía siendo bruto pero la subcion era distinta, más calmada y controlada, la otra mano se posaba en su hombro mientras repasaba con suavidad un moraton que había tratando de entretenerse para olvidarse de aquel dolor

El vampiro y las doce esposasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora