Ethel Dúges, una joven de 16 años, residente de Lille Francia, encuentra un violín mágico, que la obliga a convertirse en Symphonix, defensora de los débiles y protectora del violín.
Ella junto a Tremblemet, el superhéroe oficial de La Ciudad, deber...
HOLA, ANTES DE EMPEZAR, HARIAN BIEN EN PONERLE ATENCION AL VIDEO DE YOUTUBE... (ES COMO UN AUTO-SPOILER)
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—No —negó Ethel con terror —No —repitió —El no ha hecho nada malo, no ha... No es... No voy a matarlo, ni a él ni a nadie.
—No lo entiendes —le aseguró intentando ponerse lo más serio posible —Crees —El hombre se detuvo para respirar y no perder la compostura —Por alguna razón estúpida crees que debes proteger y salvar a mi hijo de los demás, que él es la víctima en todo esto, y que yo soy una clase de villano, pero no lo soy. Soy solo un padre muy preocupado.
—Le teme a su hijo —dijo Ethel de manera seria.
—Un grupo de magos, de su misma edad, con los mismos deseos de sacar sus poderes, destruyeron mi mundo —le dijo de manera severa, como si le doliera recordar —Mi padre, mi madre, todas las personas que conocía y me importaban murieron por culpa de jóvenes imprudentes, y ahora, mi esposa recibió el mismos destino por mi hijo —dijo con ojos algo lloraros, aunque su voz seguía siendo la misma, el hombre era bueno para mantener sus emociones a raya.
—¿Y por eso quiere matarlo?
—No —dijo —Quiero matarlo porque sé lo que hizo. Yo también escuché el llamado y sé bien que te necesitaba a ti para llegar.
—No sé de que habla —le hizo saber.
—El cuarto rojo —le dijo el padre llamando por completo la atención de Ethel —Si... sé que estuvieron ahí —agregó al ver la reacción de Ethel —Lo que tú no sabes es lo que le ocurrió a Diaval ahí. Recibió más poder del que puede soportar. En cualquier momento ese poder lo consumirá, no sé que podría detonarlo. Tal vez un arranque de ira, un enorme decepción o simplemente un corazón roto —dijo lo ultimo intentando analizar las micro expresiones de Ethel —Ahora piensa que mi hijo es un adolescente, un mar lleno de emociones inestables e inseguridades. No pienso quedarme sentado a esperar que su poder nos mate, el único modo de evitar que tu mundo llegue a su fin es matando a Diaval. Es tu destino, salvadora ¿Por qué razón crees que lo escuchas pedir ayuda antes que a cualquiera?
—Porque necesita mi ayuda.
—Porque eres la única que puede contener su poder —la corrigió —Apagaste su incendio con tu magia ¿No es verdad? Nadie más pudo hacerlo, solo tú. Tu destino debe ser protegernos de su poder, tu destino es matarlo.
—No —volvió a negar con gran terror.
Leopold bajó la cabeza, como si el comportamiento de Ethel lo decepcionara, aunque ya lo esperaba, pues para él, la chica solo era una adolescente idealista que pensaba que hacia lo correcto.
—Si no lo matas tú, él te matara a ti —le advirtió mientras daba dos pasos hacia taras para alejarse de ella —Yo descubrí de inmediato tu papel en su destino. Diaval no tardara tanto en darse cuenta también y te matará para que no le estorbes.
