«Capitulo 14»

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Karol Sevilla; Los Ángeles.

Su cara de susto, la mía de pánico y la de ruggero sin saber que hacer es lo único que tenemos en este momento, no sé cuánto tiempo nos quede, pero lo único que si se, es que si Rafaela se mueve un milímetro morimos todos — Voy a llamar a Eva, tu quédate aquí y encárgate que no mueva el puto el brazo.

Corro hacia la habitación de Eva, al despertar me apunta con un arma, al ver que era yo la baja — debes dejar de entrar así a mi habitación — habla con todo el sueño encima

—Hay una bomba — suelto de repente y ella entra en pánico, lo noto porque sus ojos se ponen como platos, como puede se levanta de la cama, ahora está frente a mí.

— ¿Donde? — pregunta aterrorizada — porque no salimos de la casa todos — trata de salir, pero la detengo.

— Esta en el brazo de Rafaela — niega y empieza temblar, maldiciendo en ruso, desde cuando sabe ruso — Mira no tenemos tiempo, la bomba explota en cinco minutos, tenemos que desactivarla.

— Y cómo vamos hacer eso — vamos corriendo hacia la habitación de Rafaela.

— Tu eres guardaespaldas, debes saber desactivar bombas — digo obvia y niega, parando de correr, esto esta extraño.

— Soy igual que tú, no tengo experiencia en esto, mi abuela tiene cáncer avanzado acepte el trabajo, se defensa personal desde niña, utilizar armas desde que mi padre murió, y bueno bombas, no se como desactivar bombas — me dice en pánico.

Entonces se escuchó una explosión a los lejos — Ruggero — grite tratando de ir, pero Eva me detenía.

—Él no puede morirse — trate de forcejear para que me suelte — déjame ir, tengo que salvarlo — mis lagrimas no paraban de salir, me derrumbe en el suelo, ambas nos abrazábamos mutuamente.

(...)

—Karol — Eva chasquea sus dedos frente a mí, todo había sido una alucinación, una horrible, pero me acabo de dar cuenta que no lo quiero perder. — Alicate, necesitamos uno.— dice con prisa, mientras bajamos al sotano.

Al encontrar la herramienta subimos a toda prisa el reloj marca las 3:56, aún hay tiempo, o bueno eso creo, al llegar al cuarto vemos a Rafaela llorando y Ruggero tratando de tranquilizarla cantando Bruno Mars.

—Amor tranquilízate, ya llegué yo te voy a sacar de aquí — Eva va hacia Rafaela, mientras rugero me abraza alejándonos un poco.

—Tengo miedo —Rafaela empieza a llorar más y a Eva esto le rompe el corazón, sé que ruggero la está pasando mal, así que lo abrazo más fuerte para que sienta mi apoyo.

— Este es el plan — habla Eva para todos — Voy a cortar la pita, amor — mira a Rafaela — necesito que apenas estés libre, salgas de la habitación.

— No te voy a dejar sola. — niega Rafaela.

— Tienes que irte, al igual que ustedes dos, quiero a todos lejos, lo más posible — dice desesperada.

— SI morimos vamos a ser todos no te vamos a dejar Eva — habla ruggero, y yo asiento.

— Ya veremos — corta la pita, y Rafaela viene a nosotras ruggero me suelta y va abrazarla —Salgan ahora, quedan dos minutos.

— Vámonos los cuatro —Rafaela trata de avanzar, pero la mirada fulminante de Eva la detiene.

— Te amo, haría lo que sea por ti, hasta morir, así que sal ahora porque si siguen aquí no moveré ningún dedo.

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