Parte Única

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Realmente quería hacer algo mas, usando la historia que salga por el cumpleaños de Azul, pero la inspiración ataco y aprovechando que los ánimos no se fueron por completo, salio esto! Mi segundo fanfic de mi amada OTP. Me falta pulir muchos detalles y apegarme mas al canon, pero si soy capaz de lograr que al menos a una persona le guste, me daré por bien servida!

Feliz cumpleaños (por adelantado) a mi niño consentido, la razón por la cual me adentre al juego

Sin mas que decir, espero lo disfruten!

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Ambos eran inseguros en varias cosas, ambos eran novatos en el amor, era normal que algo en su relación les generara incertidumbre, más que nada un factor que a cualquier persona le generaba duda; el futuro. Azul trataba de no pensar negativamente en ese aspecto, poniendo metas para enfocarse en un futuro brillante y exitoso, pero le era imposible no pensar algunas veces en el "¿y si acaso...?"

Era una de esas noches donde Azul se escabullía de su dormitorio para pasar la noche con Idia, normalmente se ponía a hablar de su día, jugar un poco de video juegos o a ver algún anime que le gustara al de ojos dorados, a Azul no le interesaba mucho eso, pero ver a su novio emocionarse por lo que pasara en los capítulos, era algo que amaba ver. Esta vez no había sido tan diferente, no tanto, solo que era el final de un anime de romance donde la chica y el chico se separan después de que el chico se gradúa pues este debe irse a otra cuidad para estudiar la universidad, la chica lo había despedido entre lágrimas prometiendo esforzarse, un final un tanto decepcionante para él, pero eso y lo que Idia le dijo de que hizo que Ortho rechazara solicitudes de algunas empresas para sus pasantías que debía hacer en cuarto año, lograron que al fin sacara una duda que tenia

"¿Y que pasara con nosotros cuando te tengas que graduar?"

Idia lo miro sorprendido, sin responder nada, ese silencio hizo que Azul se sintiera mal al respecto, pero igual era algo de lo que quería hablar, no podía dejarlo para después cuando la ocasión se prestó para ello, esa duda era algo que lo agobiaba, pero Idia seguía sin hablar, logrando que Azul sintiera que era algo que no le importaba

-Idia ¿no te parece que estoy siendo exagerado?- pregunto Azul, su semblante era serio, pero si voz apenas salía -¿No estoy siendo algo tonto? ¿Cursi? ¿Ridículo?-
Se quitó los lentes, sus ojos azules se veían acuosos, como si en cualquier momento fuera a llorar, pero trataba de mantener su fachada sería
-Toda mi vida viví como una sirena, solo llevo dos años haciéndome pasar por humano, solo llevamos unos meses juntos, pero al pensar que el próximo año te graduaras y después yo me graduare y debo volver al mar... Pensar eso hace que me duela el pecho... Ha sido poco tiempo y no sé si sea porque es la primera vez que me siento de esta manera, la primera vez que me enamoró, pero realmente no quiero que me dejes y hagamos una vida estando separados... ¿Estoy siendo ridículo? ¿O estoy siendo muy codicioso?-
Idia mantuvo su silencio, no sabía que decir, lo que le preocupaba a Azul, él también lo había pensado no solo una vez, quería disfrutar su relación con Azul, quería aprovechar el tiempo juntos, pero algunas noches, cuando no podía dormir y su mente divagaba, le era imposible no pensar en eso. Azul no fue su primer amor, pero si fue la primer persona que correspondió sus sentimientos, había vivido varias de sus primeras veces con él, pero pensar en tener que separarse de él, era un sentimiento tan asfixiante y angustiante
¿Estaban siendo cegados por su amor? Nada garantizaba que pudieran estar juntos después de graduarse, ni que fuera posible seguir juntos, todo podía acabarse como un simple noviazgo de preparatoria, pero era algo que ambos no querían, ambos se imaginaban juntos incluso después de graduarse
Azul seguía esperando una respuesta de parte de Idia, quería sentirse seguro, quería sentirse amado y sobre todo quería sentir que su novio se sentía igual que él respecto al futuro, quería confirmar que su amor no fuera uno fugaz
Idia no dijo nada, solo lo abrazo fuertemente y comenzó a besarlo, suaves besos por aquí y por allá, también había caricias lentas y delicadas, aferrándose fuertemente al otro, como si temiera que se esfumara tal cual una bella ilusión
Ninguno dijo nada, solo se abrazaron y besaron hasta que el sueño pudo más y durmieron juntos, con sus manos fuertemente entrelazadas

Promesa a FuturoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora