Cap. 1 Cuando todo cambió

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En la noche del día que Izuku se enteró de que no tenía quirk

Me desperté al escuchar un ruido, era como si un jarrón o algo parecido se hubiese caído y roto en el suelo. Aún tenía los ojos rojos de llorar, no podía creer que no tuviese Quirk. Me levanté y cogí una pequeña pelota que tenía en mi escritorio. Abrí la puerta con sigilo y me asomé para ver qué pasaba. Vi a dos personas cubiertas de negro y a una tercera en el suelo, se escuchaban llantos. Al fijarme más, vi que era mamá, estaba siendo golpeada por esos dos hombres. También vi cubiertos y cosas metálicas por el suelo, ella había intentado defenderse y ahora le daban una paliza. Salí de mi cuarto y le lanzé la pelota a la cabeza a uno. Este se giró y me miró.

Deku- ¡¡Dejad en paz a mamá!! -él otro se giró y los dos sonrieron. Uno se acercó a mi, me cogió de la camiseta y me tiró al suelo cerca de mamá. Empezó a golpearme mientras yo lloraba y escuchaba como mi madre también recibía una paliza y lloraba a mi lado. Empecé a sangrar por la nariz, boca y otras partes del cuerpo cuando paró.

Hombre1- Tengo una idea tío. Vamos a hacer que el niño acabe con la madre.

Hombre2- No crees que es un poco cruel, creo que con esto y lo de después es suficiente.

Hombre1- Callate y hazme caso, será divertido.

Hombre2- Lo que tú digas. -me cogieron de los brazos y me pusieron de pie a la fuerza, casi no podía mantenerme en pie, mis piernas temblaban y no podía dejar de mirar a mamá asustado por su estado, tenía sangre por toda la ropa y la cara y no paraba de llorar.

Deku- M-mamá...

Hombre2- Callate niño, coge esto. -me ofreció un cuchillo y yo lo cogí con miedo. No podía pensar, se me ocurrió clavarselo pero entonces no saldríamos vivos de aquí.

Deku- ¿Q-que quieres q-que haga con e-esto?

Hombre1- Clavaselo a ella.

Deku- ¡¿Q-que?! ¡N-no haré eso! -me pegaron un golpe en la cabeza.

Hombre2- ¡Si no lo haces te mataremos también a ti!

Deku- P-pero... Mamá...

Inko- Tranquilo Izuku... Hazlo... Así tu estarás a salvo...

Deku- Pero... ¡No quiero hacerlo mamá!

Inko- Hazlo Izuku... Así tu estarás bien... -ella cerró los ojos.

Hombre1- ¡Rápido niño! -no quería hacerlo, quería tener alguna opción más. No había ni policía ni héroes cerca... Cerré los ojos, notaba mis lágrimas caer por mi cara y todo mi cuerpo temblaba por las heridas y el miedo. Me acerqué a mamá y levanté el cuchillo.

Inko- Tranquilo hijo... Recuerda... Te quiero a pesar de todo... Se bueno... -entonces una mano se puso sobre la mia en el cuchillo y me obligó a bajarlo. Al abrir los ojos la vi... Tenía el cuchillo en el cuello, estaba sangrando y no se movía.

Deku- ¿M-mamá? -ella no respondió. No quería creerlo pero ella había muerto... Por mi culpa. Escuché a esos dos monstruos hablar y poco después se fueron. Comenzó a oler a gas en la casa, estaba mareandome por el gas y por lo que acababa de hacer, así que me acerqué como pude a la ventana. Al llegar, levanté la mano para abrirla pero no me dio tiempo, noté mucho calor y salí disparado por la ventana, al caer y chocar contra el suelo, todo se volvió negro.

Al día siguiente

Al despertar, sentí mucho dolor por las quemaduras y heridas, pero lo que más me dolía era el corazón, había matado a mi propia madre. Miré alrededor, estaba en un callejón oscuro dentro de un contenedor. Salí y miré a todos lados, ya era de día, así que salí a la calle y miré en dirección a mi casa. No había nada, solo escombros y policías. Había perdido todo en una sola noche, no quería ir con ellos, así que caminé en dirección contraria. Caminé todo el día, dormí en un callejón y al día siguiente seguí andando. Vi como la gente me evitaba por la calle y me miraba con pena pero también con repulsión y asco. Empezó a llover y me metí en un callejón que estaba más o menos cubierto. Había algunos contenedores y muebles abandonados ahí, mis tripas rugieron pero al no tener nada me senté y me dormí.

La Muerte en persona - BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora