Mágico Amor.✰||YoonMin.||

Vacío sin razón.

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Desperté en mi habitación, desorientado, cuando me senté en la cama sentí un vacío inexplicable, como si hubiera perdido algo, no recuerdo haber llegado a mi habitación, trate de hacer memoria de lo que había pasado el día de ayer y darle una justificación al sentimiento de Soledad tan grande que sentía, me sentía tan desolado, algo me hacia sentir que había perdido algo importante y recordé el haber llegado molesto del trabajo.

La realidad me llegó de repente.

No tenía empleo, todo por el idiota de HyunSik y su homofobia.

Jale de mi cabello y suspire muy pesado, debía salir a buscar otro empleo antes de que el tiempo me consumiera y las deudas se hicieran más grandes, debía pagar la renta desde hace semanas atras, estaban las demás deudas, a ese paso moriría de hambre.

Mire a mi alrededor, en un acto de reflejo, algo en automático, que no supe darle explicación, lo mismo pasó al salir de la habitación, revise la cocina, la sala, sin motivo, queriendo encontrar algo o a alguien.

—Esto es estúpido, deja de hacerte tonto YoonGi.

Me dije a mi mismo.

En un parpadeo pasaron dos días y seguía sin encontrar un empleo, la casera llegó esa semana, no le importó mi situacion, ella quería su dinero, para mi mala suerte la luz había sido cortada, todo hiba mal, no pude usar más la computadora, ni calentar nada en el microondas, ni cargar el móvil.

Estaba arruinado.

Pase tres días con la misma ropa, temiendo a ensuciar más, pues por algún extraño motivo la lavadora había dejado de funcionar, me estaba convirtiendo en un asco.

Pase dos semanas más desempleado, necesitaba un empleo que me diera lo necesario para cubrir todas las deudas, un empleo en una farmacia no me ayudaría. Estaba vetado de las constructoras al parecer, pues ninguna a las que me presenté me habría llamado para presentar alguna entrevista.

—Am...hola...mamá, soy YoonGi...te hablo de un teléfono público.

—¿Yoongi? Ah...que milagro que nos contactas YoonGi.

Apreté el teléfono, era humillante pedirle ayuda a mis padres, habían hecho de mi niñez y adolescencia un infierno y ahora que necesitaba ayuda, sabía que me echarían en cara todos mis "errores"

—Si...mamá, necesito ayuda.

Mordi mi labio al decirlo.

—Vaya...te lo dije YoonGi, tú nos necesitas más a nosotros que nosotros a ti.

Cerré mis ojos, tenía que soportar, necesitaba dinero urgente.

—Lo siento por eso...mamá.

—Te daremos nuestra ayuda, solo si vienes a Busan, te olvidas de tus mariconerias y te casas con una mujer, como todo ser normal.

Fue suficiente, colgué, no dije más, podría hacerlo...pero no lo haría, frustrado llegué al departamento y mis cosas estaban afuera.

—Maldita sea...

Me senté y jale de mis cabellos, me sentía más solo que nunca y a la espera de que alguien llegara a consolarme, pero no cualquier persona, mi corazón esperaba por alguien importante, pero era absurdo pensar en algo así en la precaria situación en la que yo estaba.

—¿Vecino?

Miré hacia arriba, era Jin, el vecino de al lado, pocas veces nos habíamos saludado.