CAPÍTULO 2: EL SALIDO DE LA NADA.

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Lunes 12 de Septiembre del 2016.

Nada trascendental ocurre en mis fines de semana, hago las tareas que tenga que hacer porque hacerlas bajo presión no es lo mío y luego si tengo tiempo leo un libro o me deprimo viendo películas con finales trágicos.

Pero no me quejo tanto porque el sábado por la mañana mi madre salió y no regresó hasta hoy por la madrugada, Liam por su parte pasó el fin de semana fuera de casa seguramente de fiesta y Tyler respondió uno de los mensaje que le envié el viernes por la noche. Sin ellos deambulando por ahí pude mantenerme tranquila, descansando mucho y comiendo como se debe. Nada como la soledad.

Ahora me encuentro en el primer receso de un día soleado y brillante, estoy bajo la sombra de un bonito árbol alejada de donde suelen aglomerarse los demás. Estoy leyendo uno de mis libros favoritos por cuarta vez ya que desde hace más de tres años me paso todos los recesos en este mismo lugar del patio con algún libro.

- Pero si es la pequeña Anne - adiós al tranquilo dia que iba teniendo.

No me apunté a la fila de la suerte.

- No quiero que me molestes - digo sin alzar la cabeza, reconociendo otra de las voces que me molestan demasiado.

- En el mundo no se hacen las cosas que alguien como tu quiere - asegura y ruedo los ojos mentalmente.

La persona que dice tales cosas "lindas y agradables" se llama Nick Donovan y es el típico chico idiota que piensa que tiene el derecho a ser un hijo de puta por su familia adinerada y la belleza poco merecida que le concedió la naturaleza. Es una pésima persona en todo el sentido de la palabra pero eso no lo hace menos atractivo y menos influyente de lo que es.

¿Ya dije que cumplir ciertos estándares de belleza facilita la vida y que no importa si eres una persona horrible? ¿No?

Lo repito entonces. Si tienes dinero que es el primer punto que suele saborear la gente vas ganando, si eres atractivo pues... que te digo, serás la primera opción de todos en todo. No importa si en el trancurso de tu vida mataste a la Reina Isabel. Ni siquiera lo tomarían en cuenta.

Nick y Dayanna hacen una pareja perfecta por cosas como esas. Claro que por eso se enrollan de vez en cuando según los chismes que se escuchan en los baños. No me sorprende nada ya que comparten el mismo corazón podrido.

- No vas a conseguir que alguien te mire si continuas así, Anne - alzo la mirada justo cuando una mueca se despliega en sus labios.

No digas nada. No digas nada.

Hoy no es un buen día.

- No me dejan de sorprender las ideas vergonzosas con las que has crecido - respondo haciéndome la valiente aunque por dentro sea un enredo de miedo y nervios.

- A nadie le interesa si eres inteligente, no te esfuerces tanto - acorta la distancia y me arrebata el libro sin que pueda verlo venir.

- Ni siquiera lo pienses - advierto cuando lo abre y toma una hoja sin cuidado alguno.

- ¿Los libros no le enseñan a las chicas como vestirse mejor? ¿Como ser agradables? ¿Como ponerse bonitas? - sonríe divertido y me paralizo cuando arranca la primera hoja.

- Devuélvemelo - exijo poniéndome de pie y apretando las manos en puños.

- Esto es basura pura, ni siquiera te sientas mal - se deshace de otra hoja y no puedo hacer nada porque por más que ame los libros le tengo un miedo enorme a él y no puedo acercarme.

Debo ver desde mi lugar como arranca casi la mitad de las hojas, cuando termina mis ojos ya se encuentran húmedos y Nick me da una mirada de pura satisfacción y superioridad. Lastimar hace feliz a personas como él.

PARTES DE MI. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora