Cosas geis y más reflexiones (One shots)

Nada serio

La eternidad me asusta, la inmortalidad es inconcebible como un regalo para mi. No podría imaginarme seguir con la misma vida por siempre, atrapa en este limitado cuerpo, incluso me desespera ¿Soy el único que encuentra más contras que pros a este deseo tan anhelado por los villanos de las películas? Quizás porque sentimos que el tiempo se nos acaba es por lo que creamos las mejores cosas, es por eso que da ganas de vivir la vida, porque no hay tiempo, por ello tenemos la voluntad de hacer todo lo que podamos antes de morir. Pero si mi tiempo fuera ilimitado...¿Sería una masa con vida? O quizás me cansaría de ver el sufriendo diario. O podría utilizar el conocimiento reunido en mi para ayudar a otros... Pero sin nadie que me acompañe. Siento que el mundo es muy pequeño, que la inmortalidad en la tierra le quitaría todo el gozo a lo que conozco, ya nada me asombraría, sería desesperante, la magia de lo nuevo moriría. Si ahora sabiendo que tengo aproximadamente 50 años más de vida, espero, me parece todo tan largo y abrumador. Siento que tengo tiempo de sobra, lo único es que se me escapa la juventud pero incluso arrepentirme parece genial ¿Si fuera inmortal me arrepentiría? Quizás si, eso es un pro, me arrepentiría de no aprovechar el tiempo con personas increíbles... Pero eso es algo que ya tengo sin ser inmortal, entonces no. Al contrario, es probable que me acostumbre a perder a las personas que amo y que pasen a ser insignificantes. Total, cuando alguien muere solo le lloras por unos años y luego continuas como si nada. Si hacemos esto con un promedio de 80 años de vida, en infinitos años seguro que no veremos a personas, solo hormigas siguiendo el hilo de la existencia.

Todo esto me lleva a pensar que la vida más allá de la muerte sería horrible. Eternidad de sufrimiento o eternidad de calma. Ambas me parecen opciones desesperantes. Lo mismo, lo mismo, lo mismo.

Claro que estar en calma, a recibir azotes en el fuego, suena mejor. Pero la visión occidental de lo que hay tras la muerte es una pesadilla. Calma es la que tengo cuando acabé todos mis quehaceres y puedo descansar, se siente bien porque es una pausa del trajín pero la vida en el cielo no sería una pausa, sería un estado constante ¿En el cielo se tienen metas? ¿Podemos ser ambiciosos? O todo es automático, todos nos sentimos bien y no sabemos el porque, entonces ¿Realmente estamos bien? Parece una vida de ocio ¿El ocio es bueno?

¿La Paz es la ausencia de caos? Y ¿el caos es la ausencia de paz? Pero sin el uno o el otro ¿que tenemos? Nada, eso creo.

Si hablamos del cielo, la trascendencia de esta vida a la otra me asusta, no porque tenga miedo a la muerte, sino porque... Parece tan irreal ¿Que haré en el cielo? Si todo es calma y paz... Viviré por vivir pero eso es estar muerto.

Y en el infierno...bueno ahí ni quiero parar —pero supongo que es más emocionante

—¿Cómo?

— Emm... ¿Qué?— John lo sacó de sus pensamientos

— ¿Que es más emocionante? ¿Puedo asistir a esa actividad?— dijo sonriendo un poco

— No creo que sea el lugar para ti— a Alexander le pareció gracioso que John de casualidad lo sugiriera, sin saber realmente en lo que estaba pensando, el infierno

— Ajá— dijo mientras hacía un gesto de extrañeza— ¿Estás bien Alex?

— Lo estoy, solo me perdí en mi cabeza... Unos pocos segundos

— Has estado sentado en ese sofá acariciando al gato por 30 minutos

— Los gatos son geniales— dijo con un tono de obviedad

— Lo son, pero a ti no te gustan y tampoco le agradas a Numeral (#), no sé cómo pudieron estar tanto tiempo juntos sin que ninguno se queje

Alex bajo la miraba para ver al gato en su regazo, este también parecía estar pensando, no estaba exactamente relajado pero si parecía cómodo