adieu mon homme

1.8K 242 122
                                    

1950

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

1950

Decir que no tenía miedo era una total mentira, una que a pesar de esforzarme por ocultarlo sabías con certeza que mentía. Una mentira dolorosa y cruel para mí mismo. Acariciaste mi mejilla con suavidad y atravesaste mi alma con esa gélida mirada. Tus ojos clavándose profundamente en los míos y haciéndome sentir en un mundo de fantasía por unos cuantos segundos, pues la realidad estaba por llegar a nuestra parada.

Nos encontrábamos en la estación de trenes, esperando nuestra separación hasta quién sabe cuánto tiempo, dentro de la cabaña del señor Joseph; un viejo amigo de la familia que cuidaba que nuestro amor no sea descubierto. Pues dos hombres unidos en matrimonio era una total aberración en estos tiempos. Más aún si uno era un soldado.

—Prométeme que no me vas a olvidar  —rogué conteniendo las lágrimas.

No quería llorar frente a ti. Quería demostrarte que era fuerte, que esperaría por ti sin importar qué. Pero sabías bien que nunca he podido contener las lágrimas que mi débil corazón ansiaba derramar.

—Lo prometo, mi amor —me susurraste sosteniendo mi mano—. Vendré a buscarte una vez termine todo esto

Te creí, porque siempre cumplías tus promesas. Por eso, asentí con la cabeza gacha y cuando el momento llegó sostuve tu mano con fuerza, negándome a soltarte.

—Debes dejarme ir, Tae —dijiste.

Partirías a la guerra. Y tenía tanto miedo.

Aún con el corazón rompiéndose en mil pedazos te di un fuerte abrazo y las lágrimas por fin recorrieron mis mejillas.

—Cuídate mucho, por favor —sollocé.

Correspondiste el abrazo con más fuerza, acariciando mi cabellera y dándome un beso en la frente después de separarte.

—Tú también, bebé

Adiós, mi hombre.

A donde vas, yo no iré. A donde vayas, nadie irá. A donde vas hace mucho frío.

Adiós, mi hombre.

Y asegurándome de que nadie estaba cerca te di un último beso. Un dulce beso que transmitía todo el gran amor que te tenía y tengo, un beso lleno de sentimiento, un dulce beso para mi dulce chico.

—Te amo —nos susurramos antes de verte subir al tren y partir.

Adiós, mi hombre.

Acuérdate de mi sabor a manzana, cereza y lila.

Dos años después recibí la visita inesperada de dos de tus mejores amigos, Kim Namjoon y Min Yoongi. Ambos habían partido también a la guerra y al verlos frente a mi puerta tuve la ilusión de verte detrás de ellos, de recibirte en mis brazos y tenerte de nuevo.

—¿Y Jungkook? —pregunté con la voz temblando—. ¿Dónde está mi esposo?

Los vi bajar la mirada y negar con la cabeza.

No, no, no. Por favor, no.

Mi corazón dolía, mis ojos picaban, mi cuerpo se sentía débil. Oculté mi rostro con las manos y caí de rodillas al suelo, dejando salir desde lo profundo de mi corazón el llanto. Me entregaron dos sobres, con una fotografía mía, desgastada y maltratada. La habían encontrado en el bolsillo del uniforme.

Siempre me tenías contigo. ¿Verdad, cariño?

Les pedí que se marcharan para leer el contenido de los sobres y agradecí que se tomaran el tiempo de venir a entregarmelos.

Con las manos temblando me armé de valor para abrir el primer sobre:

"Familiares y amigos del soldado Jeon Jungkook, lamentamos informarles que ha fallecido en combate...

Dejé la hoja a un lado con la mirada perdida. No quería seguir. No era real, no era real. No lo era. Negándome a creerlo abrí el segundo sobre y leí su contenido:

"Hola, precioso. No sabes cuánto te extraño. No, extrañarte es poco. Te necesito. Te necesito a mi lado, necesito probar tus dulces labios, necesito tus abrazos, tus te amo. Cada día que pasa siento que estoy muriendo por dentro, y es porque no te tengo a mi lado. Rezo todos los días por ti, le pido a Dios que te proteja y que no estés preocupándote tanto por mí y que estés durmiendo bien. No quiero verte con ojeras, bonito.

Ansío volver a tus brazos y dulces labios, sentir el calor de tu cuerpo y amarte de una y mil formas. Espérame, cariño, volveré a ti, lo juro. No sé de qué forma estaré a tu lado, si como tu ángel de la guarda o como tu novio en cuerpo presente pero ten por seguro que estaré contigo siempre.

Aquí, allí y allá; seré siempre tuyo.

Te amo, Kim Taehyung."

En el sobre encontré un dije, ese dije te lo había regalado en nuestro segundo aniversario; tenía nuestras fotos dentro de ella. Más lágrimas cayeron sobre la carta mojándola casi por completo. Abracé las cartas y el dije con fuerza, sintiendo que mi mundo caía en pedazos.

—Jungkookie... —sollocé.

Adiós, mi hombre.

Tengo que vivir sin tus brazos. Y en los brazos de otro hombre... De noche, es a ti a quien veo.

Adiós, mi hombre.

Mira, ya te olvidé. Olvidé tu voz que resuena. ¿Puedes verlo?

No, no puedes.

Adiós, mi hombre.

Prometimos volver a vernos, y yo sólo estoy esperando que suene la sentencia de mi muerte.

Adiós, mi hombre.

Es la vida y es toda mía. Yo acepto lo que ella me da y tomo lo que no me da.

Adiós, mi hombre.

Nos volveremos a encontrar.

Nos volveremos a encontrar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

23022021

Adieu mon homme [kooktae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora