Por casualidad (Volkacio)

volkov

miro de reojo a Horacio, desde que lo hicimos, le he notado un tanto mas cariñoso por así decirlo, pero no me molesta en lo absoluto.

solo que siempre me toca ser el pasivo, pero para mi suerte por que el es demasiado grande para mi, con sus 25 años es mucho mas alto y musculoso que yo, pero el es perfecto para mi.

cuando rechace a Paola después de que el se me declarara caí en cuenta que el me gustaba, pero mi orgullo de hombre me hacia negarlo, lamentable.

hoy estoy felizmente viviendo con el,  y recientemente dormimos en la misma habitación, como toda una pareja de enamorados.

son las cinco y media de la mañana y yo no puedo volver a dormir, verle a el así tan vulnerable debajo de mis brazos me derrite el corazón con su cresta hecha a un lado medio despeinada.

aparto cuidadosamente los brazos de mi hombre y me levanto hacia la cocina, necesito un café para bajar esta tensión.

noto como la ropa me molesta en medio de mis piernas, no puedo creer que con solo verle así me haya puesto así de duro, joder  incluso duele, comienzo a frotar por encima de la ropa

ah ah

ligeros gemidos salen de lo profundo de mi garganta, pero intento callarlos, no quiero despertarle, me giro y apoyo en la mesa del microondas.

pero siento un ligero abrazo por detrás y en mi oído escucho.

necesitas ayuda con eso.

después de pronunciar eso, Horacio toma la punta de mi pene y comienza a frotar.

cada vez mas rápido, el se pega por completo a mi y noto su dura erección, eso me  hace gemir mas 

ah...ahh

-necesito estar dentro de ti, mira como me tienes ya- frota sus caderas en mi trasero.

pronto deja salir su notable erección que yo tomo en mis manos

-déjame hacer algo por ti- me adornillo frente a el y sin dudarlo meto su polla en mi boca.

con este simple hecho Horacio vota su cabeza hacia atrás y ahogando gemidos de placer.

en poco tiempo se viene dentro de mi boca y yo trago todo.

-no lo tragues debe saber horrible- dice el mayor pegado a mis labios.

- todo lo que venga de ti es delicioso- nunca antes había sido tan vulgar frente a una persona pero el me hizo conocer ese lado de mi.

-ven aquí, voy a cargarte- sin pensarlo dos veces el me elevo hacia la mesa y de una estocada se encontraba dentro de mi.

no pude evitar soltar un chillido por la impresión, a el no pareció importarle por que el siguió con lo suyo.

cada vez mas rápido, y mas y mas.

-horaco si sigues así me vendré ya- pero el siguió mas fuerte que antes

-te amo te amo- grite entre gemidos y el me sonrió 

-yo también te amo- hizo una pausa antes de seguir- y no sabes cuanto- termino depositando un beso húmedo en mis labios y dados unos segundos, los dos llegamos a nuestro limite corriéndonos juntos.

-eres maravilloso- dijo bajándome de la mesa.

-no quería despertarte, además verte fue lo que causo mi problema- el rio por lo bajo.

- no fuiste muy silencioso que digamos amor, eres adorable cuando te poner caliente- yo tapo mi cara por la vergüenza que siento

- no, no te tapes, me encanta cuando te avergüenzas- y dicho eso beso mi frente- venga te invito el desayuno.