En el salón del consejo estudiantil se podía ver el atardecer acercándose hasta la secundaria, las estudiantes dentro del mismo ordenaban algunos libros y papeles con ayuda de una persona extra.
-Lo siento si te molestamos en tu día Akaza-san.
-No estaba haciendo nada Sugiura-senpai, no se preocupe por eso...A-aunque me incomoda un poco la posición en la que estamos.
Akari estaba sobre los hombros de Ayano mientras le alcanzaban papeles, tenían que llegar a un lugar bastante alto y sus pequeños cuerpos no podrían subir hasta ahí.
-Ya terminaremos de todos modos, yo no soy tan fuerte para tenerte sobre mis hombros por mucho tiempo. - Moviéndose un poco a la izquierda a la siguiente fila de papeles.
Ellas dos se encargarían del papeleo alto y sus amigas de ordenar los que podían hacerse sin subirse a nadie, como siempre era usual entre las estudiantes una de ellas no quería hacer nada por pereza. Esa era Sakurako Ohmuro que comía un helado que tuvo el valor de comprarse ella con su dinero.
-Querer es poder. - Dijo la chica castaña comiendo su helado.
-Espero que quieras ayudarnos porque no terminaremos nunca de esta manera. - Hablo su compañera levemente enojada.
-¡Ah bien! Solo déjame guardarlo.
Era tan tonta que resbalo con el único papel que había en todo el salón, lanzando su helado frió a la espalda de la vicepresidenta la cual reacciono agitándose y Akari se golpeo su cabeza contra los altos casilleros cayendo desmayada haciendo mas pesado para Ayano no caer golpeándose la cabeza también contra la mesa...
Las únicas que no resultaron lastimadas socorrieron a ambas chicas noqueadas en el suelo cubierto de helado, dos chichones gigantescos aparecieron en las frentes de estudiante y vicepresidenta.
-Ikeda-senpai ve por alguien que nos ayude, me quedare con ellas hasta que lleguen. Sakurako tu vete de acá. - Hablo Himawari.
-¡¿Ha?! ¡¿Insinúas que no sabría cuidarlas?!
Quito a la peliazul del medio y comenzó a palparles la cabeza en sus chichones suaves, Himawari no decía que se fuera por nada estúpido, recordaba la historia de como Akari se volvía totalmente diferente al golpearse la cabeza y quería quitarlas de todo peligro.
Antes de dejar de tocarlas Ayano se levanta junto la pelirroja con grandes sonrisas sedientas de besos, Sakurako como la mas cercana fue arrastrada por las besadoras y comenzaron a profanarla con sus labios hasta que Himawari arrastro a su compañera del pie.
Chitose salio del salón y vio a Toshino Kyoko sola acercándose a donde estaban las chicas poseídas como si nada.
-A-akari, ¿Te encuentras bien? - Pregunto la rubia al ver abrazando a Sakurako en una esquina.
Detrás de su espalda pudo sentir el filo de una mirada conocida cerrando la puerta con seguro, era Ayano...
. . . . . .
Club de te antiguo, ahora llamado el club de diversiones por la presidenta del área Toshino Kyoko estaba habitado actualmente por dos chicas, Yui Funami e Chinatsu Yoshikawa tomando te tranquilamente escuchando el canto de los pájaros.
Chitose Ikeda entro repentinamente con un sangrado nasal mortal y asustada pidiendo que la ayudaran antes de que todo empeorara.
Los pasos acelerados por los pasillos solitarios resonaban con gran intensidad hasta llegar a una esquina del consejo estudiantil donde vieron a cierta rubia correr despavorida por su vida siendo seguida por la vicepresidenta del consejo y Akari quien tenia a Sakurako inconsciente tomada de la mano seguida de Himawari tratando de quitársela. Era una escena muy confusa...
-¡Nooooo! - Grito Kyoko.
-¡Solo sera un pequeño beso-chu! - Respondieron las dos poseídas.
-¡D-debemos conocernos mejor para llegar a eso!
Huyo muerta de miedo especialmente porque Ayano estaba loca por besarla sin previo aviso, las chicas corrieron detrás para salvar a Sakurako de ser lastimada cuando era arrastrada con facilidad por Akari.
Kyoko no había corrido tan rápido en su vida, pensaba que el espíritu de su amiga Yui Funami estaba en su cuerpo cuando le saco una ventaja de 5 segundos suficientes para esconderse en el primer salón que encontró.
Sus dientes temblaban del terror y poder tener un segundo de descanso era mas que suficiente para la rubia. Viendo pasar corriendo a ambas locas seguidas de sus amigas por el lado contrario.
-C-creo que debería ir al salón de Nishigaki-chan.
Dio el primer paso y escucho un grito de Chitose con Yui.
-¡Cuidado Kyoko/Toshino-san.
-¡Lo siento por ser tan egocentricaaaaaa!
Es embestida por Ayano seguida de Akari inmovilizándola.
Al intentar ser besada lo esquiva con su cabeza, la pelirroja lo intenta y es esquivada también por Kyoko asustada. Las chicas trataban de pedir ayuda pero no había casi nadie en la secundaria que la escuchara hasta que Kyoko se soltó milagrosamente y entro al salón para correr de aquellas dos chicas.
Ayano la seguía insistiendo en besarla y ella se escudaba con cualquiera que terminaba siendo baboseada por la chica lunática, Teniéndola contra un camino sin fin empuja a su pelinegra compañera para que le sirva de escudo.
-¡Kyoko Maldi-
Yui Funami nunca pensó que ese momento llegaría a su vida, la primera vez cuando Chitose Ikeda la beso desenfrenadamente simplemente lo paso por alto por el hecho que le gusto un poco, ahora la situación era diferente. Su segundo beso en la secundaria era nada mas y nada menos que de Sugiura Ayano, la vicepresidenta del consejo estudiantil...
Después de ese incomodo beso Chitose tuvo la oportunidad para golpear nuevamente a las dos chicas con una silla sin herirlas ademas de crearles otro chichón.
-¿F-funami-san, te encuentras bien? - Pregunto Chitose.
Ella estaba en el suelo con sus ojos abiertos y lagrimas salían de ellos con su mirada muerta hacia el techo marrón.
-Yo no...Lo se... - Era la única palabra que decía.
Funami Yui de 16 años. ¡¡MURIÓ!!
.
Estaban las chicas con sus uniforme de secundaria llevando en una camilla sacada del salón de enfermería a Yui con su rostro tapado con un pañito de la rubia, las estudiantes que quedaban en la institución hacían el saludo militar con mucho orgullo por el sacrificio tan valiente.
-Lo siento Yui. - Dijo Kyoko.
-Tuviste una larga vida Yui-senpai. - Hablo Chinatsu.
-Fue un sacrificio valiente Funami-san. - Comento Chitose con la mirada al cielo.
-No volveremos a ser nada sin tu presencia. - Himawari cargaba a Sakurako como peso muerto.
Le entregaron el cuerpo sin alma a Nishigaki quien la pondría en la sala de enfermería, realmente no había muerto. Solo quedo tan asqueada que se desmayo al acto...