Las personas se cansan, del amor, de la familia, de los amigos.
Y es cuando uno se deja ir, y ya no espera nada.
Llega el momento, en que todo me comienza a dar igual.
Y ni siquiera ganas de suicidarme quedan, a fin de cuentas, no siento que tenga vida.
Dejar de vivir, y sólo estar respirando.
No sé que estoy haciendo. Miro a mi alrededor y todos saben hacia donde van o por lo menos que quieren. Yo estoy perdida.
Y ¿sabes qué? Ni siquiera me importa.
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Psicoanálisis de una mente deprimida.
De TodoEste libro NO pretende promover ni alentar a las personas a auto lesionarse ni a envolverse en un desorden alimenticio. Este es un proyecto con fines de autoayuda donde plasmo ideas y sentimientos, donde pretendo desahogarme escribiendo, en lugar d...