Hoy, desperté, o bueno, no, no desperté, me despertaron, eran las 3:40 am, y me pareció extraño, sentir esa mano fría en mi hombro, pero me gustó como suavemente me recorría, entonces giré la cabeza, unos 30 grados, y vi asombrado, totalmente, aquella imagen, no pude apreciar su rostro, como me hubiese gustado, pero vi sus labios, rosados, carnosos, eran los labios más bellos que nunca había visto, vi como los abría poco a poco, y pronunció las siguientes palabras, "Bésame, bésame con las ganas que tenías cuando no estaba aquí, bésame, como si el mundo se acabara al terminar, bésame, y no parés".