CAP 53. EL TRATO DEL MAESTRO

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  POV NARRADOR

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POV NARRADOR

Conforme caminaba frente al gran pasillo, las miradas que hacía un tiempo había visto de lástima hoy se tornaban incrédulas, volteó a ver a un lado y reconoció un rostro que en ese tiempo pasó desapercibido, con sorpresa Camicazi la miraba con la misma angustia que Ossur a su lado y a dos jefes más Moggadon se unía al gesto. A diferencia de aquella vez, ella sabía exactamente hacia donde estaba caminando y que pasaría ahí.

Con presencia estoica y valiente, veía de frente su destino, como Astrid siempre fue cuando se trataba de mostrar orgullo, no bajo la cabeza un segundo y la mirada jamás se posó en el suelo.

Su caminar tenia de banda sonora sus recuerdos, particularmente de Hipo, todo aquello que de niños soñaron, las frases de amor que se dijeron cuando por fin fueron lo suficientemente valientes para admitirlo, sus suspiros y gemidos cuando hacían el amor, sus risas cuando alguno de los dos molestaba al otro... aunque cualquiera que estuviera en ese salón no podría explicarse por qué de su boca salía una discreta sonrisa, en ella tenía sentido.

Recordaba también a Gothi pidiéndole que luchara por ella misma y a Siv suplicándole que se aferrara a la vida, en su mente, ellas se referían a este momento, pero no podía hacerlo, a la única vida a la que se aferraría sería a la de Hipo y sería por aquella misma vida que acabaría esto, de una vez.

Cuando al fin llegó al frente, en donde estaba el líder de la tribu anfitriona suspiró fuerte.

-Vengo humildemente a entregarme como ofrenda de paz a tu heredero- dijo valientemente, discretos, un gesto de angustia entre los jefes del norte se apoderó de ellos, este definitivamente no era un plan de Hipo, era un bastardo imprudente, pero él nunca la entregaría así, algo estaba mal, y en la mirada de Astrid se sabía.

-Primero que lo demuestre- exigió Dagur, rompiendo la mirada de Ossur y Moggadon.

-Yo mirare por todos y les informaré- se ofreció instantáneamente Camicazi

-Ah no... Que lo muestre frente a todos- exigió Dagur. Astrid suspiro profundo una vez y con furia dirigida al líder de los Berserkers, levantó un poco su blusa y bajó unos centímetros sus mallones dejando ver la marca que cada miembro de ahí había esperado ver, así como sus padres y los padres de sus padres.

-Es la valkiria- confirmó Egil

-Y la futura esposa de Halvard- las palabras de Estoico encendieron en los tres protectores de Astrid una alerta, y en aquel que codiciaba tanto a ella como la corona.

-No puedes decidirlo así como así- gritó Dagur –exijo justicia-

-Exijo que la valkiria sea entregada a mi hijo Thuggary- gritaba Moggadon en un intento desesperado de darle tiempo a su amigo.

-Oh no, si para alguien es, es para mi hijo- decía Ossur secundando la idea de su amigo

-BASTA- gritó Camicazi –es una dama libre, será ella quien decida...- comenzó a salirse de su lugar y se acercó a Astrid –y si ella ha decidido entregarse al heredero de Berk... lo respetaremos- Ossur y Moggadon miraron confundidos a la segura pelirroja.

LA ÚLTIMA VALKIRIA (Remaster)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora