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Paul- Kalea, estamos caminando hace cinco minutos y no has abierto la boca, ¿Qué pasa? Eras tú la que querías hablar – Ella asintió poniéndose incomoda con la situación

Kalea- Yo solo quiero asegurarme de que estas bien – Paul la miro confundido antes de detenerse – Te note incomodo, algo perdido e incluso tal vez triste mientras estábamos en la casa –

Paul- Es muy tu fijarte en lo que le pasa a los demás cuando te están ahogando los problemas propios y preocupaciones, pero lo agradezco y estoy bien –

Kalea- No lo estas. Al parecer siempre olvidas que estamos conectados y, para bien o para mal todo lo que sentimos el otro lo siente igual, Paul –

Él resoplo con una mueca en los labios antes de dejarse caer y sentarse en un tronco junto a ambos, Kalea no quería presionarlo si no quería hablar, pero su actitud es preocupando a juzgar por cómo es normalmente.

⟩⟩ ¿Qué es lo que pasa? Puedes contarme y te ayudare si esta en mis posibilidades, sin pretender nada así que no te preocupes –

Paul- Tengo problemas en casa con mi madre y puede que yo haya pescado un resfriado o algo parecido, ¿Ya estas feliz? ¿Puedo irme? – Ella negó y le dio la mano para ponerlo de pie – Por favor ya basta, quiero llegar a casa y descansar un poco, déjame en paz –

Kalea- No pienso dejarte en paz así, estas realmente pálido y hierves en fiebre así que vamos, te llevare a casa –

Ella no le dio tiempo de protestar solo lo levanto y empezó a caminar tras de él que, para ser sinceros, tampoco tenia ganas y mucho menos quería llevarle la contraria, así de mal se estaba sintiendo.

Cuando llegaron a la casa Kalea vio una mujer afuera regando un jardín y le sonrió, Paul por su lado le dio un beso antes de girarse para despedirla

Paul- Ya estoy en casa así que puedes irte tranquila, estaré bien –

Mirian- ¡Paul! Esos no son los modales que te he inculcado, hijo, no seas grosero con la señorita –

Kalea- No se preocupe, señora, yo ya estoy acostumbrada y él tiene razón, es mejor que me vaya – Ella negó dándole un zape a Paul

Mirian- No digas tonterías, linda, te invito a tomar algo antes de irte y agradezco que trajeras a Paul a la casa porque no se ve nada bien –

Paul- Deja que se vaya, mamá, Sam va a preocuparse si se tarda – Mirian pareció haber recordado algo

Mirian- Tu mejor vete a acostar un rato y descansa – Kalea se rio por la cara de niño regañado que hizo antes de entrar. – Entonces tu debes ser la hija de Sam y Emily, la chica que adoptaron –

Kalea- Soy exactamente ella, me llamo Kalea y es un placer –

Mirian- Yo soy Mirian Lahote, me alegra que te hayan encontrado a salvo, cariño, pero ven, te invito un jugo que prepare hace poco – Kalea le sonrió y la siguió dentro – Eres muy bonita. –

KALEA

Estuve un rato en casa de Paul con su madre, ella me conto muchas cosas sobre él e incluso me dejo una gran duda sobre su comportamiento conmigo, me dio algunos consejos porque al parecer sabia quien era yo en la vida de su hijo y luego de charlar muchas cosas me permitió pasar a su cuarto para despedirme

Kalea- ¿Puedo pasar? – Él me miro de reojo – Bueno, de todas formas, ya entre así que no debes responder -

Paul- ¿Por qué sigues aquí, Kalea? No somos amigos, no estamos en términos muy buenos y apenas hablamos, deberías estar en casa con Sam, Emily y los demás hasta que tu amiga vuelva de su ratonera – No me moleste porque de algún modo entendiendo su molestia por mi relación con Jane – Apuesto que tienes largas e interesantes charlas con ella, ¿No? Debes estar extrañándola -

Kalea- Solo vine a despedirme, pero quiero que sepas que comprendo su rencor hacia Jane, pero necesito que ustedes también me entiendan a mí, ella me ha protegido toda mi vida –

Paul- Por supuesto que lo ha hecho, pero a nosotros nos ha muchísimo daño y eso es algo que no vamos a olvidar como si nada así que es mejor que dejemos el tema por la paz de todos – Asentí cansada de todo lo que está pasando – Cuídate en el bosque y no te desvíes del camino –

Kalea- Le pediré a Carlisle que venga a verte, tal vez tenga algo que te haga sentir mejor – Él ni siquiera se volteo a verme así que me rendí – Y vendré luego para saber cómo están ambos – Eso si que le llamo la atención, pero no iba a seguir ahí mientras él se comporte así – Adiós. –

Llegue a la casa muy preocupada por las cosas que me conto Mirian, especialmente su enfermedad así que apenas toque mi cena, me despedí de los chicos y subí a encerrarme en mi cuarto para limpiar el desastre que había.

Pase parte de la noche arreglando mi habitación, me llegaron algunas ideas a la mente así que empecé algunos bocetos y luego de darme un baño para relajarme y olvidar un poco este largo día, me metí a la cama y antes de darme cuenta me quede totalmente dormida 

ʟ ѧ  є ʟ є ɢ ı s ţ є   ѧ   є ʟ ʟ ѧ -PAUL LAHOTE-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora