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YeonJun se encontraba aburrido, recostado en la cama de la bonita habitación esperando a el Alfa que le daría un bonito bebé.
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Soobin se terminó por correrse fuera del Omega castaño el cuál estaba acostado en la cama intentando regular su respiración.
—¿Ya tienes toda la información que necesitas? — le dirigió una sonrisa ladina.
—Si y te diere algo: se más gentil, te castraré si le llegas a hacer algo malo, es muy tímido, así que intenta que se sienta a gusto.
—¿Porque eres así con él? ¿Acaso eres su mamá? no me digas que no es un caprichoso de mierda, que siempre quiere todo lo que está prohibido.
—Pues fíjate que él es diferente, el señorito YeonJun es una linda persona, a todos sus trabajadores no trata bien, además es mi trabajo, el cual consiste en ser su niñero y amigo, aunque él sea mayor, lo tengo que cuidar de todos los tontos como tú qué se le quieran acercar, así que ya sabes, lo haces llorar y te corto las bolsas — amenazó.
Soobin salió de la habitación y se dirigió a la de el hijo del señor Kim.
Cuando entro, el chico peli-rosa ( él cuál ahora sabía que se llamaba YeonJun) estaba sentado al borde de la cama con la cabeza gacha jugando con sus piecitos.
Sonrió cuando el chico alzo su cabeza y se sonrojó.
YeonJun se levantó de la cama y camino hasta Soobin.
—Creo que deberíamos empezar.
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