Parte 2: desayuno y efervescencia.

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Chanyeol sentía su cuerpo pesado al levantarse de su cama, se estiró un poco y se dirigió al baño. No iba a negar que estaba emocionado por salir con el chef bajito y bonito, hacía mucho tiempo que no se encontraba así de feliz por haber conocido a alguien, ni siquera sabía de donde había salido el impulso para besarlo y de paso invitarlo a salir, sin contar que ofreció su ayuda en el momento de crisis, algo que no acostumbraba a hacer. De todos modos, no quería ponerse a pensar sobre el asunto durante mucho tiempo, porque podía ser capaz de cancelar la cita gracias a una creciente inseguridad respecto a las relaciones y el amor que le dejó su última relación.

Salió de la ducha con un toalla al rededor de su cadera, se estaba secando el cabello con otra toalla cuando escuchó el timbre. Caminó para abrir la puerta y no le sorprendió ver a su mejor amigo delante de él.

-Hola, Kyungsoo.

Caminó de vuelta a su habitación para vestirse. Aún le quedaban un par de horas para recoger a Baekhyun.

-Sí, sí, lo que sea- lo siguió. Kyungsoo había visto cosas y se pregutaba muchas otras respecto a todos los aconteciemientos del día anterior y no se iría sin respuestas -así que, anoche con Baekhyun...

Dejó las palabras al aire mientras se dejaba caer en la cama king size de su amigo. Esperó unos segundos a que el contrario le respondiera algo, pero al ver que éste lo ignoraba mientras buscaba ropa en su closet, se desesperó.

-¿Tuvieron sexo?

Silencio. Kyungsoo bufó.

-Dios... ¿le pediste su número?

Más silencio.

Kyungsoo se desesperó más y lo miró frustrado mientras se levantaba sobre su brazo derecho. Sabía que Chanyeol no era afecto a hablar sobre este tipo de cosas, siempre se reservaba todo para él, pero aún así necesitaba información.

-¿Ni siquiera lo besaste o invitaste a salir? -silencio de nuevo. Rodó los ojos y se dejó caer de nuevo en la cama. Chanyeol estaba muy concentrado decidiendo cuál de las dos camisetas debía ponerse.

Mientras Kyungsoo miraba el techo, podía escuchar a su amigo rebuscar entre la ropa y entonces, algo hizo clic en su cabeza. Chanyeol no se comportaba así a menudo.

Entrecerró los ojos. —Espera, tú no haces nada los sábados por la mañana, al menos nada interesante, ¿por qué estás buscando ropa con tanto empeño? -Chanyeol lo miró por un segundo y entornó los ojos -Lo invitaste a salir, ¿verdad?

Lo miró emocionado y sorprendido, mientras Chanyeol lo vió con el ceño fruncido y regresó a la habitación con el conjunto listo. El otro chef se sentó sobre sus rodillas y miró al alto.

-Chanyeol, esto es bueno, ¿sabes? Hace mucho que no te veía así por alguien, no desde Dante... —temió un poco la reacción de su amigo al mencionar el nombre, pero se relajó al no ver alguna mala señal en el rostro del rubio.

Es que Kyungsoo no podía describir lo feliz que estaba por su amigo, porque Chanyeol había pasado por años muy difíciles, todo en él había cambiado, a veces fingía no percatarse, porque Chanyeol odiaría pensar que lo hacía preocuparse. Pero era inevitable hacerlo al ver a su amigo consumirse por el dolor y arrancar de raíz todo rastro de alegría o de la personalidad efervescente que siempre le había caracterizado.

Cuando Chanyeol escuchó el nombre del que fue su novio durante muchos años y que había fallecido dos años atrás por culpa de un adolescente ebrio, sintió un dolor en pecho, que ya era habitual al recordarlo. Miró tranquilo a su amigo que lo miraba preocupado. Se sentó en la cama y suspiró.

Meriggiare Restaurant || chanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora