Feliz navidad Harry
Se acercaba la Navidad. Una mañana de mediados de diciembre Hogwarts se descubrió cubierto por dos metros de nieve. El lago estaba sólidamente congelado y los gemelos Weasley fueron castigados por hechizar varias bolas de nieve para que siguieran a Quirrell y lo golpearan en la parte de atrás de su turbante. Las pocas lechuzas que habían podido llegar a través del cielo tormentoso para dejar el correo tuvieron que quedar al cuidado de Hagrid hasta recuperarse, antes de volar otra vez.
Todos estaban impacientes de que empezaran las vacaciones. Mientras que la sala común de Gryffindor y el Gran Comedor tenían las chimeneas encendidas, los pasillos, llenos de corrientes de aire, se habían vuelto helados, y un viento cruel golpeaba las ventanas de las aulas. Lo peor de todo eran las clases del profesor Snape, abajo en las mazmorras, en donde la respiración subía como niebla y los hacía mantenerse lo más cerca posible de sus calderos calientes.
—Me da mucha lástima —dijo Draco Malfoy, en una de las clases de Pociones— toda esa gente que tendrá que quedarse a pasar la Navidad en Hogwarts, porque no los quieren en sus casas.
Mientras hablaba, miraba en dirección a Harry. Crabbe y Goyle lanzaron risitas burlonas. Pero Harry, que estaba pesando polvo de espinas de pez león, no les hizo caso. Después del partido de quidditch, Malfoy se había vuelto más desagradable que nunca. Disgustado por la derrota de Slytherin, había tratado de hacer que todos se rieran diciendo que un sapo con una gran boca podía reemplazar a Harry como buscador. Pero entonces se dio cuenta de que nadie lo encontraba gracioso, porque estaban muy impresionados por la forma en que Harry se había mantenido en su escoba. Así que Malfoy; celoso y enfadado, había vuelto a fastidiar a Harry por no tener una familia apropiada.
Astrid por otro lado aun pensaba en lo que había pasado en la noche de ese mismo día que fue el partido de Quidditch, lo que Malfoy le había dicho por un momento había pensado que Malfoy podía ser un chico agradable, pero al día siguiente siguió siendo el mismo niño malcriado y grosero de siempre. Astrid tenia pensado no ir para navidad a su casa ya que quería quedarse hacerle compañía a Harry ya que sabía que él se quedaría en Hogwarts.
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Astrid O'Neill Y La Piedra Filosofal ||Draco Malfoy||
FanfictionAstrid O'Neill es una brujita de sangre pura con 11 años que recibió su carta para el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, ella es la primera de su familia que irá a hogwarts, sus antepasado, padres y hermano mayor, asistieron y asisten al Instit...