Skyler #1 © [√]

Capitúlo 14: Estoy embarazada..

—¿Es en serio, Alan? ¿Tú crees? —pregunté, mi voz temblando.

Alan me miró fijamente, con una expresión seria y preocupada.

—No creo, Skyler. Estás embarazada. —su voz era baja, casi como si temiera que le dijera algo en contra.

Mi cuerpo reaccionó antes que mi mente. Me levanté rápidamente, el corazón latiendo con fuerza en mi pecho. No, esto no podía estar pasando.

—No, no, no... ¿y ahora qué? —dije, mi mente en caos, sin saber qué hacer ni qué pensar.

Alan me miró con una mezcla de preocupación y calma.

—Oye, tranquila —dijo—. Vamos al hospital.

—¿Qué? ¿Para qué? —pregunté, aún sin poder creer lo que estaba sucediendo.

—Para hacerte una prueba de embarazo —respondió con seriedad.

—Ok... —dije, sintiendo un nudo en el estómago. No sabía si lo que estaba pasando era real, pero algo me decía que ya no había vuelta atrás.

Cogí mi chaqueta y mi bolso, tratando de no entrar en pánico mientras me arreglaba un poco, aunque sabía que no podía calmarme del todo.

—¿Y quién es el padre? —preguntó Alan, mirándome con curiosidad.

—Alan, obvio que es de Matteo —respondí, con un suspiro de frustración.

—Ay, perdón —dijo, como si se diera cuenta de lo incómoda que me sentía.

Alan me llevó a su auto, y nos fuimos al hospital. Me hicieron una prueba de sangre, y mientras esperábamos los resultados, mi mente no dejaba de correr. ¿Qué iba a hacer si el resultado era positivo? Sería madre adolescente. ¿Cómo le diría a Matteo? ¿Y a mi mamá? Estaba segura de que se decepcionaría de mí. Mi cabeza no paraba de dar vueltas, y la ansiedad se apoderaba de mí.

De repente, la enfermera se acercó con el resultado en la mano. Me miró fijamente, y mi corazón comenzó a latir más rápido.

—¿Quiere que le diga, o usted lo lee? —preguntó la enfermera.

—Gracias, lo leeremos —respondió Alan.

Nos dirigimos al auto, y él comenzó a conducir directamente hacia mi casa. El silencio dentro del coche era abrumador, mientras yo miraba la carta que tenía en mis manos. Cada segundo que pasaba, mi ansiedad aumentaba. ¿Estaba realmente embarazada? ¿Qué diría Matteo si se enteraba? ¿Qué pensaría mi madre?

Mis disculpas, aquí tienes el texto corregido según lo que me has pedido:

—¿La abrirás? —dijo Alan.

—Sí... —respondí.

Abrí la carta lentamente, saqué la hoja y comencé a leerla.

—¿Y? ¿Qué dice, Sky? —preguntó Alan.

Suspiré profundamente, miré a Alan y confirmé su sospecha.

—Estoy embarazada... —dije con voz temblorosa.

Alan se quedó en silencio por unos segundos, procesando lo que acababa de decir. Luego, finalmente, habló.

—F-felicidades —dijo Alan, con tono nervioso.

—¿Y ahora qué? ¿Qué voy a hacer? —le respondí, mi voz quebrada por la angustia.

—Yo... no sé qué decirte —dijo Alan, mirando al frente, claramente incómodo.

Justo en ese momento, paramos frente a mi casa. El silencio era pesado y denso, como si el aire se hubiese vuelto más espeso.

—No digas nada... —le dije rápidamente, tratando de contener las lágrimas.