Capítulo 43

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Melia se encontraba sentada en una esquina, con los ojos ligeramente hinchados. Ligia se acercó para acompañarla.

-¿Necesitas hablar?

-No se merecía... - Melia intentaba hablar, pero su voz se rompía a cada segundo.

-Deberías descansar algo, no has dormido nada...

-No puedo dormir, no ahora...

-No puedes, pero debes... Tu cuerpo lo necesita. - Ligia hizo un leve gesto, suficiente para que Ondina se acercase. - Acompáñala, que coma algo y después asegúrate de que descansa. - La armera asintió con firmeza.

-¿Se encuentra bien? - Ubbe acababa de regresar.

-Necesita descansar, han sido demasiadas emociones... Ondina cuidará de ella. - Él asentía ante las palabras de Ligia. - ¿Quién es? - Preguntó mirando a la joven que minutos antes había estado hablando con Ubbe.

-Es... No sé exactamente quien es, pero está enamorada de Björn, sólo quería asegurarme de que no tenía malas intenciones contra Gunnhild.

-¿Y las tiene?

-Creo que no, aunque aún es pronto para saberlo... Veamos que ocurre...

Kattegat estaba sumida en la tristeza y la incertidumbre, Torvi había partido junto con Kai en busca de Gunnhild, y con la intención de encontrar respuestas. Mientras, los guerreros buscaban a Hvitserk sin éxito, la gran puerta de hierro que antes bloqueaba la entrada de su cabaña, ahora yacía en el suelo, enterrada bajo una nube de polvo tras el impacto.

-¿Algo? - Ubbe alzó una ceja, interrogante.

-Nada, no lo encontramos. - El guerrero se inclinó ligeramente antes de marchar de nuevo a la búsqueda. Ubbe giró el rostro a una joven que les había estado acompañando, pero a la cual Ligia no había prestado atención.

-Lo encontraré. - Sentenció firme la joven antes de alejarse con paso firme.

-¿Quién...?

-Has pasado mucho tiempo fuera... - Ligia volvió los ojos ante las palabras de Ubbe. - Perdona. - Alzó las manos a modo de disculpa. - Se llama Amma, ha estado con Hvitserk todo este tiempo, ha intentado ayudarle con su... Problema... Se preocupa por él, le conoce. - Ubbe suspiró frustrado. - Quizá incluso más de lo que yo creía conocerle...

-Vamos, debemos organizar... Todo... - Ligia posó su mano en el hombro de Ubbe, dándole fuerzas.

El gran salón permanecía en silencio, el cuerpo de Lagertha había sido retirado, para prepararlo para el funeral. Ubbe contemplaba sentado el crepitar de las llamas, Ligia permanecía en silencio, dubitativa ante los futuros que su mente maquinaba, la marcha de las princesas era sin duda la mejor opción, con Harald en el poder y Kattegat tan inestable todo podía pasar, pero aún quedaba algo por resolver, el pequeño Ragnar. Si Melia decidía no marchar, si Torvi decidía permanecer en Kattegat, Ubbe no podría proteger a Ragnar, no en el mar, por mucho que lo intentara, era un humano. Desechó ese pensamiento de su mente, intentando centrarse en el presente.

-¿Cuándo será? El funeral... ¿Cuándo...?

-En dos días, será un entierro memorable, son muchos los preparativos. - Ubbe hablaba despacio, como perdido en su mente.

-Mis guerreras os ayudarán. Iré a avisar a Ondina...

-No hace falta... Mandaremos a alguien a avisar.

-No, me vendrá bien el aire fresco... Y quiero ver a Melia.

-Como quieras.

El frío rozaba su rostro, no era molesto, si no una fresca caricia que despejaba su mente. Veía a hombres cargar maderas y cuerdas, todos yendo en la misma dirección, al igual que mujeres, que portaban flores, mantas y escudos. La pequeña casa que habitaba Melia se veía al final de la calle.

The soul of the seaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora