"Miedo y luz"
Miedo
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El miedo es una sensación de peligro real o imaginario, procreado de una dosis cerebral.
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.Luz
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Energía que ilumina las cosas, intimida a la oscuridad y la desvanece.
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."Miedo y luz"
Dos opciones necesarias, con consecuencias diferentes...
Tienes miedo y dejas que te consuma hasta colmar tu mente de las sombras que acechan en la oscuridad...
O
Tienes valor y enciendes la luz desvaneciendo las sombras que solo esperan un descuido para atacar...
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-No tengas miedo, todo estará bien...
-Con los brazos atados a su espalda y con el corazón palpitando desembocado una mujer azabache de aproximadamente 28 años no podía dejar de sentir miedo, miedo a que le hicieran algo a su pequeño de 6 años.-Mamá...-El joven azabache se encontraba en la misma situación que su madre, asustado e inmóvil, atado de manos tirado en frío suelo de esa oscura habitación.
-Todo estará bien mi pequeño, solo no... mires okey?? -No es verdad...nada estaba bien, ni siquiera sabía si seguirían con vida después.
-Vamos Oyuki, es de mal gusto mentir... pequeño hazme el favor de mirar a tu madre, obsérvala bien por que esta será la ultima ves que la vuelvas a ver... - Un hombre alto, con voz gruesa, se acercaba a la joven mujer tomándola por sus largos cabellos haciéndola gemir de dolor.
- ¿Qué le vas a hacer a mi mamá? - Angustiado y temeroso al ver la acción que este hombre hacia a su madre, lo espantaba, no lograba divisar aquella dicha persona que se presentaba con ellos por la falta de luz.
-Observa con atención, quiero que mires como tú papi puso a tu mami en esta situación...-haciendo una señal ordenó que encendieran la luz facilitando su visión.
Y ahí se encontraba aquel hombre en un impecable traje negro, que resaltaba su piel blanca, su cabello gris y ojos negros lo miraban de manera fulmínate.
-Todo esto es culpa de tu papi, los malditos Uchihas solo son una plaga que yo me encargare de eliminar...iniciando por la miembro mas importante de ese estúpido clan...-con su mano sostenía los largos cabellos de su madre, y esta solo miraba a su pequeño niño que se encontraba totalmente aterrorizado.
-NO MADARA ESCÚCHAME TU PADRE NO HIZO ESTO, ELLOS SON MALOS Y ESTÁN ENOJADOS POR QUE PAPA NO QUISO SER MALO!!...-No podía dejar que su pequeño odiar a su padre. -RECUERDA QUE PAPI NOS AMA...
Un golpe en su vientre evito que siguiera defendiendo a su esposo que en esos momentos se encontraba como un loco buscando a su esposa e hijo con las esperanza de que aun siguieran con vida -Cállate maldita perra- la siguió golpeando hasta casi dejarla inconsciente.
-BASRTAA!! POR FAVOR MAMAAA!!-el pequeño azabache trataba con todas sus fuerzas llegar hacia su madre, pero le era imposible por las cuerdas atadas por todo su cuerpo.
-Vamos deja de jugar con ella, recuerda que la jefe nos dio a cumplir otra tarea no tenemos todo el tiempo, solo mátala y ya... -Otra persona de perfecto traje entro a la habitación, mirando detenidamente al pequeño de ojos negros. - Valla pero que niño tan lindo, ¿Cuánto crees que nos den por el?
-No lo sé pero es un docel, debe valer mucho viniendo de una gran familia, ¿No es así niño? - El hombre de cabellos grises se acercó hasta el pequeño heredero del clan.
Madara nego con pánico, alejándose lo más posible de esos hombre, la luz volvió a apagarse pero aún escuchaba sus voces, rodeándolo, los gemidos y sollozoz de su madre que sufría tratando de decirle que todo estaba bien.
- Es muy bonito...
- Al joven amo le encantará, podría estrenarlo y después dejarnos un poco
Trataba de enfocar a sus agresores que pronto comenzaron a toquetear su cuerpo, quería llorar y gritar pero nada salía de sus labios, se hallaba congelado del miedo, había momentos que sentía algo caliente derramarse sobre su cuerpo, no sabía que podría ser, la desesperación de no poder ver le estaba consumiendo.
- ¿Quién les dio permiso de tocar?
Más les vale limpiarlo antes de que llegue el jefe malditos cerdosPronto hubo silencio, sus ojos y nariz hinchados de tanto llorar le dolían, no hallaba a su madre por ningún lado, tampoco la escuchaba, el cansancio y las excesivas emociones que recibió terminaron agotandolo, subiéndolo en un profundo sueño.