Es increíble como la vida te puede cambiar en apenas unos segundos, y eso le había pasado a Robin. Llegué tres segundos antes, de que Hades le matara.
Hook, también volvió ese mismo día después de salvar a Robin. Ese día fue una completa locura, literalmente. La vida de cada uno de nosotros había cambiado. Y no solo había cambiado, había comenzado de nuevo.
En StoryBrooke, ya habían pasado varios días de este suceso. Todavía Robin seguía dándome las gracias y diciéndome que me debía la vida.
Seguía con mis pensamientos, pero alguien tocó la ventana de mi coche asustándome. Era Henry.
— ¡Mamá! — sonrío mientras daba la vuelta y se sentaba en el asiento del copiloto. — Esta noche habrá fiesta en el Grannys. Tienes que venir. Desde que pasó... Lo de, bueno... Lo de Robin, y el regreso de Hook, no te he visto mucho... ¿Estás bien?
— Si chico, estoy bien. — sonreí. — Allí estaré. — arranqué el coche. — Ahora, voy a llevarte a casa de Regina.
Después de varios minutos, habíamos llegado.
— Vendrás, ¿no mamá? — dijo después de bajarse del coche. Asentí. — Te quiero, mamá.
— Y yo a ti, chico.
Después de dejar a Henry en casa de Regina, fui a casa de mis padres. En la puerta me encontré a Hook.
— ¡Love! — sonrió acercándose a mi. Lo abracé fuertemente. — ¿Estás bien? Desde lo ocurrido... Te he notado distante.
— Estoy bien. — volví a repetir por enésima vez. No entiendo porque todos me preguntaban lo mismo. — Necesitaba un poco de espacio. Lo que ha pasado durante todo este tiempo, me ha absorbido completamente...
— Te entiendo Swan. Ha sido muy difícil para todos.— acaricio mi mejilla. — ¿Qué te parece si entramos, y nos tomamos un chocolate caliente con tus padres, antes de ir a Grannys? — asentí sonriendo. —
En la noche, me encontraba en el Grannys. Todos hablaban tranquilamente y animadamente. Después de mucho tiempo, hallábamos un poco de paz, esa paz que tanto necesitábamos.
— ¡Mamá! — sonreí viendo como Henry se acercaba a mi. — Pensé que no ibas a venir.—
— Te dije que iba a venir chico. — sonreí besando su frente.—
Nos encaminamos hacia donde estaban mis padres.
— ¡Familia, me gustaría decir algo! — dijo mi padre. De pronto, todos los presentes le prestaron atención. — Hemos pasado por momentos de mucha incertidumbre, desde hace mucho tiempo. Pero hemos sabido salir adelante como la familia que somos. Cada uno de los presentes, incluyéndome, hemos cambiado. Ojalá y en esta nueva etapa, todos tengamos ese comienzo que nos invite a seguir cambiando para mejor. — todos sonreímos por sus palabras. — Sin más, les dejo con Robin. — dijo mientras le guiñaba el ojo, antes de cederle la palabra.—
Robin tomó las manos de Regina mientras ésta sonreía.
— Regina, cariño. El día que te conocí, fue el mejor día de mi vida. Porque desde ese día, me enamoré de ti. Han pasado tantas cosas desde entonces, pero esas mismas cosas me han llevado hasta aquí, hasta este momento. — segundos después, se arrodilló con un anillo en los dedos. — ¿Me harías el hombre más feliz aceptando ser mi esposa?
— Si, Robin. ¡Por supuesto que si! — colocó el añillo en su dedo para después darle un tierno beso.—
Todo el mundo aplaudía y silbaba a los futuros esposos.
Salí de allí para coger un poco de aire.
¿Qué me está pasando? ¿Por qué tengo esta sensación en el pecho desde hace tiempo?
— Veo que no le agradó la noticia del matrimonio de Regina. — giré mi rostro y me encontré a Gold.—
— ¿Qué quiere decir? — fruncí el ceño.—
— Es evidente, ¿no cree? Uno puede ocultar casi todo. Menos cuando le tocan el alma. Es evidente que para usted, Regina es alguien especial.
— Quiero no entender lo que está insinuando Gold. — me acerqué a el.—
— No debería perderse nada de lo que siente. Si no aprovechamos para decirle a las personas que amamos lo que sentimos, tal vez mañana no vamos a tener esa oportunidad. Yo sé, que me estoy metiendo en algo que no me corresponde. Pero si me lo pregunta, Emma... Yo le diría que ame. Ame si tiene que hacerlo. De eso uno nunca se arrepiente, pero si de esconderlo.
Sin dejar que le respondiera, volvió hacia el Grannys. Minutos después, entré de nuevo.
— ¡Love! Te estaba buscando. — dijo Killian acercándose con dos copas de champán, tendiéndome una a mi.—
— Salí a coger un poco de aire. — miré a lo lejos, y todo el mundo estaba felicitando a Robin y a Regina por su compromiso. — Voy a darles mi enhorabuena. — bebí de un sorbo el champán.—
— Te espero aquí entonces. — dijo dándome un beso en la mejilla.—
Cada paso que daba, me acercaba a ellos.
— Les felicito por su compromiso. — dije nada más llegar.—
— Muchas gracias, Emma. — Dijo Robín dándome un corto abrazo. — Si no fuera por ti, yo no estaría celebrando que me voy a casar con la mujer de mi vida. — sonrió dándole un suave beso en los labios.—
— No hay nada que agradecer, Robin.
— Si me disculpan, voy un segundo al servicio. — asentí mientras se iba dejándonos a solas.—
— Felicidades de nuevo Regina. Si hay alguien que se merezca ser feliz al lado de su amor, esa eres tú.
— Gracias Emma. De todo corazón, gracias.
De pronto, nos acercamos lentamente para darnos un cálido abrazo.
No sé cuanto tiempo pasó, pero quería quedarme ahí, en ese abrazo.
.....
Estaba sentada en mi cama quitándome los tacones, mientras Robin salía del baño ya con el pijama.
Mi mente no paraba de darle vueltas al abrazo que compartimos Emma y yo hace un rato. ¿Por qué se sintió de esa manera...?
— ¿Qué te parece cariño? — escuché a Robin hablar.—
— Perdón, Robin... Estaba distraída.
— ¿Qué te preocupa? — dijo sentándose a mi lado.—
— He notado a Emma un poco... No sé si rara es la palabra, pero sé que algo le está sucediendo. Su comportamiento...
— Creo que es normal. — lo miré atentamente. — Cada uno de nosotros ha vivido situaciones durante todo este tiempo que lo han sobrecargado de alguna manera u otra. Me imagino que a ella, le está costando un poco más adaptarse de nuevo a todo...
— Si, tienes razón... Pero aún así, hay algo más que le sucede...
.....
Nueva historia, nueva vida...
Esta vez, con una historia #sawnqueen
¡Nos leemos pronto!