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Aquella noche, en la casa de James, miles de cosas pasaban por la mente de Gilbert. James estaba sentado frente a él comiendo la cena que había preparado. Se veía realmente feliz de estar cenando con Gilbert, aunque no sabía por qué aquel hombre simplemente llegó a su casa diciendo que quería cenar con él, y que acaba de hablar con Thomas. Durante la cena hablaron de diversas cosas. El tema de Thomas fue algo de sólo un momento, pero los dos se sintieron más tranquilos sabiendo que su amigo estaba bien. Hubieron muchas risas por parte de los dos por tontearías que decían, y dijeron muchas cosas cursis, pero Gilbert no podía tranquilizar su mente. Estaba ahí por una razón, y ya era hora de que hablara.
- Deberíamos hacer esto más seguido- Dijo James con una sonrisa.
- Claro...
- ¿Estás bien?- James había notado a Gilbert algo distraído durante la cena, parecía estar preocupado por algo.
- Si, es sólo que...- Esto no era fácil para él, no sabía cómo decirlo.
- Está bien, puedes decírmelo.- Dijo intentando relajar a Gilbert.
- Bueno... Cuando ocurrió toda aquella situación entre Thomas y Ryuu, yo hablé de ciertas cosas con Ryuu y creo... que dije algo que no debía.
- ¿Qué fue lo que le dijiste? -Preguntó, imaginándose algo como que Gilbert se molestó y dijo alguna grosería o tontearía de las que solía decir cuando estaba molesto, y ahora se estaba arrepintiendo.
- Y-Yo...- Gilbert suspiro, intentando mantener la calma. No sabía cómo James reaccionaría. Tal vez se molestaría o algo peor, ¿Qué podía ser peor que tener a James molesto con él? No lo sabía, pero no estaba seguro de querer descubrirlo. Además, si no mal recordaba, James dijo "Quiero intentarlo" y no "Hagamos esto formal" asíque tal vez se había adelantado bastante a hablar sobre eso- Le dije a Ryuu que Karen no es mi único lazo.
- Amm... Bien- James se mantuvo tranquilo, si era sólo eso, todo estaba bien, Ryuu no podía saber que se trataba de él.
- No es todo... Le dije que aún mantenía contacto con mi otro lazo y él dijo que quiere conocerlo, y que su madre también debería. Y sabe que es hombre...
- De acuerdo... ¿Y tú qué le dijiste?- Preguntó, ya comenzando a inquietarse.
- Le dije que lo hablaría contigo...
- Así que por eso llegaste de repente a mi casa diciendo que querías cenar conmigo...- Eso de cierta forma lo desilusionó, creyó que esto sólo era para pasar un lindo momento juntos, pero al parecer Gilbert tenía otras intenciones desde un principio.
