Capitulo 4

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Pov: Grabiel Rivera

Miraba a Rose quien miraba a su maestra de trigonometría con algo de esperanza pero que pena cuando se entere de la verdad.

—Tu maestra era mi cómplice, no quería que ningún chico se te acercara en ninguna clase. Hable con ella y me ayudo a eso.

Ella me mira molesta y después la mira a la maestra negando suavemente

—Vamos Rose su desayuno está listo.

Dice la maestra suavemente mostrando la comida y Rose solo se mantiene callada mientras yo le índico donde sentarse y adivinen le compre una silla de princesa así que en esa misma la estoy sentando es de color rosa. Se ve tan hermosa cuando hace lo que le digo. Lo único que no me gusta es su actitud, esta callada sin decir nada. Mira a lo lejos sin querer mirarnos. Trato de ignorar eso y me siento suavemente en mi silla viendo como le sirven su crema de papas.

—Espero que te guste, lo que comerás aquí no será nada cargado. Tengo que cuidarte tu alimentación además tomarás leche todas las mañanas mira tu vaso de princesa al lado ahí esta la leche para que te la tomes.

Veo como ella respira hondo y empieza a comer parece que me estaba ignorando.

—¿Sabes? Detesto que me ignoren y más detesto que seas tu.

Me mira con algo de frustración y enojo mientras deja de comer. Veo como la maestra trataba de animarla pero ella simplemente la ignoraba.

Cuando ella termina su comida y su leche se levanta dirigiéndose a su habitación y yo me levanto siguiendola. Cuando llego a donde ella solo estaba sentada en su cama mirando la pared.

—¿Te dije que te levantaras?.

—No.

Es lo único que me dice y me esta sacando la paciencia voy hacia donde ella la agarro de su brazo mirándola.

—Pues vamos al comedor de nuevo. La maestra te dará todas las clases necesarias.

Me mira molesta y se suelta de mi agarre mientras camina hacia el comedor el cual ya habían recogido y se sienta en la silla de princesas.

—Te deje tus cosas de la escuela, las cuales todas son nuevas. En ese bulto que vez de color violeta suave.

Seguía mirándome con molestia pero sin decir una palabra mientras tanto la maestra de Rose empieza su clase, yo todo un caballero le traigo su mochila para que pueda empezar a tomar sus apuntes y todo lo que quiera.

Cuando ya esta su mochila al lado, le dirijo la última mirada con suavidad y dulzura para irme a mi despacho donde uno de mis grandes amigos de toda la vida me esperaba.

Arturo

Me quedo mirándolo sonriendo y lo saludo con la mano como siempre. El sonrió de manera amable y empieza a hablar.

—¿Cómo has estado?.

—Bueno ahora un poco más tranquilo teniendo a mi chica a mi lado.

—Es bueno que la tengas al lado, ¿Como es el trato entre ustedes?.

—Algo mal pero eso es en lo que empezamos o eso espero.

El se me queda mirando algo serio mientras le empezaba a hablar sobre negocios y más pero realmente no quería hablar tanto de negocios con mi mejor amigo. Era necesario para empezar a emprenderme y ser el jefe de todo.

—Consigue todo lo que te dije y ya estaremos siendo los jefes de todo este negocio.

El solo se queda mirándome ahora un poco serio pero con una sonrisa, se despide levantándose y dándome la mano con sumo cuidado.

—Hasta luego amigo.

Veo como se fue hacia la salida, yo solo camino hacia mi niña la cual la veo algo aburrida jugando con el lápiz mientras la maestra daba clases. Había escribió muy poco sobre la clase.

—¿Le has prestado atención?.

Le pregunto algo preocupado por ella pero simplemente ella me ignora nuevamente le hago la misma pregunta.

—¿Le has prestado atención?.

Esta vez mi voz salió seria y fría mientras esperaba respuesta.

—Realmente no.

Me contesta sin interés ninguno pero algo triste me pude dar cuenta por como miraba al lápiz. Serio miro a la maestra y le hago seña para que se retire y lo hace. Suavemente me acerco un poco mas a ella quedando al lado de ella.

—Quiero que recojas tus cosas de la clase, te llevaré a tu habitación.

Ella simplemente lo hace con cuidado mientras ponía todo en su lugar veía lo limpia y inocente que era mientras recogía, cuando termina la tomo en mis brazos sin decirle ni una palabra.

—¿Puedes bajarme? Por favor.

Era la primera vez que me lo pedía con respeto pero ella trataba de alejarse de mi y eso no lo quería permitir.

—No me hagas castigarte.

Ella baja su mirada mientras para de pelear y sigo continuando a caminar hacía su habitación con calma. Llegamos a la habitación y su cama la cual era hermosa de color violeta ya que había notado que le molestaba el rosa le pedí que le cambiaran el color de la cama en un color suave pero violeta y con blanco.

—Bienvenida a tu hermosa habitación mi pequeña.

Ella mira su habitación sorprendida mientras suavemente la bajo con suavidad en la habitación anterior que estaba era en un cuarto de una chica que trabajaba de empleada en mi hogar pero ahora ella tiene su propia habitación

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Ella mira su habitación sorprendida mientras suavemente la bajo con suavidad en la habitación anterior que estaba era en un cuarto de una chica que trabajaba de empleada en mi hogar pero ahora ella tiene su propia habitación.

—Quiero que te sientas cómoda, tienes muchísima ropa y todo lo soñado con el aseó personal.

—Gracias pero de verdad no era necesario, quiero irme.

Dice sinceramente, me gusta que sea sincera pero detesto que se quiera ir, suavemente la voy dejando en el suelo de su habitación.

—Tu eres mía y no te irás, vete acostumbrando pequeña que de aquí tu no sales. Mi linda baby girls quiero que me digas cosas de ti ahora, quiero conocer tus gustos.

—No quiero hablar contigo de nada personal mio.

Dijo molesta mientras se va a sentar en la cama pero veo un gesto de dolor y sabia que era por el castigo.

—Si no quieres otro castigo es momento de hablar de tus gustos cariño.

Veo como ella me mira con súplica pero nada funcionó por que yo sigo queriendo saber de ella, ella baja la mirada a sus manos.

—Hablame de ti baby girls.

Autora:

Me gustaría saber su pensar sobre esta novela ¡Voten y comenten!

¿Para cuando el siguiente capítulo lo quieren?

¡Hasta pronto!

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