❝ Desechan a sus héroes cuando ya no les son útiles. Dicen ser buenas personas, pero tratan a sus aliados como peones en un retorcido juego de ajedrez. Les duele perder a un elemento, pero no harán mucho al respecto. Mueven las piezas a su convenien...
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Hope lleva un año encerrada en su laboratorio sin conversar con nadie ni ver la luz del día. Paul actúa extraño y los sentimientos de Ethan comienzan a aclararse.
( capitulo 12, buenos días, malos días )
···
Había pasado un año.
Ella aún no podía olvidar aquellos sucesos; pensó que visitando la tumba de Juls Watson sentiría un alivio en su interior, pero aquello solo logró que su mente la atormentara con sus propios pensamientos espantosos y sueños que la hacían gritar o que la dejaban días sin dormir.
Se había coronado como agente nivel uno de SHIELD gracias a los sucesos ocurridos en La Habitación Negra y aunque seguía con sus entrenamientos dentro de las instalaciones, la mayor parte del tiempo se encontraba encerrada en el laboratorio que le habían proporcionado; únicamente salía al exterior para sus entrenamientos y evitaba a toda costa entablar conversación con alguien al menos que fuera estrictamente necesario.
—¿Has visto a Hope? —preguntó Paul.
Llevaba media hora buscándola.
Jeremy se dio la vuelta y miró con preocupación al rubio.
—Se fue derechito al laboratorio en cuanto terminó la práctica con armas —le respondió Jeremy, sin interés, ordenando algunos documentos. Ya era costumbre que todas las tardes alguien le preguntara por Hope.
Paul soltó un suspiro; siempre que Hope se encerraba en el laboratorio, no había poder humano que la sacara de ahí, sin mencionar que Hope era muy sigilosa y escurridiza, así que se las ingeniaba para salir por comida y no ser descubierta.
—Ethan vino hace unas horas —dijo Jeremy después de un silencio—. Pero Hope le gritó cosas no muy amigables.
Paul se restregó el cabello y miró a Jeremy con vacilación.
—Siempre la misma porquería desde hace un año, es que no puede seguir con esa actitud de mierda —reflexionó Paul y antes de que Jeremy pudiera responderle, se fue caminando a paso rápido por el pasillo.
—Vaya, sólo le costó un año darse cuenta —murmuró Jeremy.
Mientras tanto, Hope se levantó asustada, pues a pesar de todo, aún le tenía miedo a las pesadillas constantes. Soñaba con Adam, la habitación negra, con sus amigos y con la muerte falsa de algunos de sus seres queridos. Si volvía a soñar algo como lo que acababa de soñar, no lo soportaría y acabaría teniendo otro de sus arranques de ira.
Se restregó los ojos con dureza, agarró la grabadora y se colocó los audífonos, subiéndole todo el volumen a la música. No le importaba si alguien la llamaba y ella no escuchaba nada, sólo quería mantener ocupada su mente y abstenerla de pensamientos que la hacían sentir mal.
