Capítulo 6. Contrato de matrimonio

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Bels

Hoy terminaba el contrato que había firmado con la compañía de Augusto y en algunos días sería el lanzamiento. Tenía que ir como imagen de la campaña, Augusto se había comportado amable el resto del tiempo solo venía supervisaba todo y me sonreía siempre desde lejos.

Mi corazón traicionero hacía volteretas con esas sonrisas, aunque lo intentaba controlar era difícil. Augusto había sido mi mejor amigo, mi primer amor, mi primer todo en temas de sentimientos y por mucho que intentara olvidarlo. Una parte de mí no podía, esa misma parte era la que se arrepentía de haber sido tan grosera, porque deseaba que él hubiera seguido insistiendo y me hubiera hablado, pero mi orgullo y dolor era mayor así que era mejor así.

—Te trajeron esto — dijo Camil una de las asistentes.

—Gracias — era un hermoso arreglo de lilas blancas con flores rojas, la inscripción de la tarjeta decía "Felicidades por tu excelente trabajo y profesionalismo firma A.T. "sonreí por ese detalle, aunque no debía hacerlo, deje el arreglo en el lugar porque no iba a dejar que unas flores me doblegaran y me fui para culminar el día de trabajo.

—Tienes que estar esta tarde en reunión con uno de los dueños de la compañía, quiere felicitarte personalmente y hablo de otra proposición — dijo Riki mientras me daba unos documentos.

—¿Tú vas a ir?

—No, solo tú, yo hablaré con ellos después.

—Ya veo, ¿y tengo que ir?

—Sí, Bels, puede ser un nuevo contrato, aunque si quieres puedo cancelar la cita he estado buscando más contrato y estoy analizando otras posibilidades.

—Gracias Riki, pero a quien quiero engañar necesito el dinero y si me pagan también como en esta campaña entonces tendré que hacerlo.

Me vestí con un pantalón negro ajustado, una blusa palo de rosa, un blazer color blanco, una cartera de mano color beis y zapatos de tacón palo de rosa, me dejé mi cabello suelto y me puse mis gafas de sol. Me dirigí a la corporación, me anuncié en recepción y subí a la oficina de Augus.

—Hola, buenas tardes. Tengo una reunión con el señor Thompson — le dije a la secretaria.

—Hola, si claro podías esperar un momento. El señor está ocupado, pero se desocupa pronto, si quieres puedes sentarte. ¿Quieres tomar algo?

—Gracias, si me traes agua, por favor — me senté a esperar y me trajeron mi vaso de agua, me puse a revisar una revista que había en la mesita.

Cuando alguien entro a la oficina de Augus sin ser anunciada, lo que ocasiono que la secretaria se disgustara un poco, al rato salió la misma mujer con una sonrisa en su rostro, cuando la vi me reconoció y se dirigió hacia mí.

—Vaya, cuando vi creí que no eras tú, hola Belkins — dijo la víbora ponzoñosa.

Carola Evan, la maldita que manejaba una imagen tierna y dulce, pero por dentro era una alimaña.

—Hola Carola, ¿Qué haces acá? — dije de forma relajada.

—Obviamente, trabajo acá, a diferencia de ti que sé que no trabajas acá, porque no tienes el nivel que se necesita en esta compañía — dijo la maldita alimaña esa.

—Yo tengo algunos asuntos con Augus— dije de forma hipócrita mientras iba viendo como su cara iba cambiando al desagrado.

—Bels estás aquí, porque no me dijiste Carla, te dije que apenas llegar Bels la dejaras pasar— dijo Augus mientras se dirigía hacia mí.

Una jugada inteligenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora