De madrugada tuve un sueño fugaz: Una enorme araña parduzca de alargadas patas amarillentas pendía de un hilo sobre mi cama, sobre la cual yo me encontraba completamente inmóvil, incapaz de levantarme o siquiera hablar.
Solamente podía presenciar cómo es que la araña iba balanceándose sobre mí, comenzando a descender. En apenas un par de segundos, la araña cayó sobre mí y yo desperté al instante.
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Diario de Sueños y Pesadillas
No FicciónPues eso, un diario de las cosas que sueño últimamente.