Estaba removiendo su leche mientras miraba la televisión.
No recordaba en que momento término sentado en el sofá, con una taza de leche en manos y viendo programas que sus padres le prohibieron ver. South Park era lo que trasmitía la TV, según su padre ese programa era muy grosero y que todavía no tiene edad para verlo.
No importa.
Él tiene quince años, siempre fue muy independiente, no es como si le fuera a afectar ver una simple serie de humor negro.
Ahora sólo se concentraba en su leche, nunca le gustó, a él le daba asco, pero si es así, ¿entonces por qué la toma?
Simple, no había nada más, no había café y mucho menos cocoa.
El café le encantaba, podría consumir café con o sin azúcar, (aunque sin azúcar sabía mejor) , podría vivir a base de café pero sus padres se lo prohibieron por un mes entero ya que no querían que desarrollará una obsesión, estupideces.
La cocoa era simple, si no había café podía tomar cocoa, no le molestaba, no le gusta demasiado dulce sólo con un poco de azúcar, ese casi gusto por la cocoa es por el simple motivo de que a sus hermanas le gusta.
Y la leche, le desagrada en total, las únicas veces que tomó leche siempre terminaba vomitando, esta vez no sería la excepción.
Justo había terminado la tarea de historia sobre las seis esposas de Henry VIII, así que tenía todo el día libre y que mejor que aprovecharlo viendo comedia para adultos.
Se sentía cómodo en el sofá, estaba usando una camiseta grande y ancha de un color fucsia oscuro o algo así, unos shorts negros y una chaqueta que no le pertenecía, no la iba a devolver por ahora, era de alguien muy especial y podía sentir su olor a café impregnado, nada que explicar.
Ahora a lo único que se disponía era a hacer que ese líquido pase por su garganta hacia su estómago sin tener arcadas, nada fácil.
Su rubia cabellera estaba amarrada de una manera fácil, todavía se le escapan algunos rizos, pero no molesta, aunque tapa un poco su vista a el contenido de esa taza.
No sabe cuantos minutos pasarón pero ya quedaba la mitad de la leche.
¿Y si lo deja a la mitad?, ¿y si lo tira por el fregadero?, ideas estúpidas, su madre de alguna manera se enteraría y así se ganaría la regañiza de su vida.
Maldita leche, maldita nevera, maldito todo el mundo. Despertó gruñon pero su enojo ya se está acabando o algo al menos.
Pensaba demasiado en ese momento, podría estar quemando cosas con su Zippo mientras la gente que pasaba por ahí y lo veía se aterraba o le decía pirómano, lo de todos lo días. O podría ir a la casa de Betsy, pero no, él estaba aprovechando que sus padres y sus doce hermanos habían salido de casa.
—Papá y mamá no debieron tener tantos hijos—
Tenía razón, eran demasiados, trece hijos, cualquier pensaría que están locos y en cierto modo sí. La privacidad no existía en su casa y mucho menos con hermanos tan diferentes., no le molestaba, más hermanos más diversión, ¿no?, pues no era así.
Para su suerte sus hermanos no acuden a su habitación, al menos la mayoría.
Sus hermanos mayores eran los que dictaban orden en la casa, eran los que cuidaban de los menores.
Sus hermanos menores eran casos diferentes, los tres pequeños y los mellizos todavía eran menores por lo cual sus padres estaban más pendientes de ellos, después estaba su estúpido hermano menor pelirrojo, sólo se llevaban dos años de diferencia, pero el idiota siente la necesidad de protegerlo cuando se mete en problemas sólo "por ser más débil", no tenía problemas por eso, pero aveces exageraba, igual se le quiere.
Y después estaba él, el hermano del medio, aveces se deprime bastante porque no tienen tiempo para él, sus padres pocas veces hablan con él, pero sabe que no es su culpa, trabajar todo el día y llegar cansados en la noche, era entendible.
Igual los quería.
Aunque se deprima demasiado y se escape con sus amigos la mayor parte del día para olvidar, también estaba Chris, era mayor, pero siempre lo animaba, aveces lo abrazaba poniendo su cara en su pecho, era tranquilizante, razones por las cuales no le piensa devolver su chaqueta por ahora.
Volviendo al líquido en la taza, ya no había nada, al parecer se lo había acabado todo.
Bién, es un progreso, pero en cualquier momento van a comenzar las arcadas así que es mejor lavar la taza y después volverse a acomodar en el reconfortable sillón mientras espera las náuseas que lo llevarán al baño para expulsar lo que bebió vomitando.
—He tenido peores días— y tenía mucha razón.
Seguía viendo South Park hasta que el ruido de la puerta abrirse lo confundió, ¿no se supone que sus padres llegarían mañana?, ¿sus hermanos llegaron más antes de lo habitual?
Se puso de pie y se dirigió hacía la puerta tranquilamente, ya después pudo ver quién había venido a acabar su paz, o eso creía.
Oh, que sorpresa, no esperaba su visita.
~•~•~•~•~•~•~
Al parecer tenía razón, terminó vomitando todo.
No era una escena difícil de explicar, el menor vomitando en el baño y el mayor agarrando sus "preciados" rizos para no ensuciarse.
Que asco.
Por suerte se había quitado sus piercings en la mañana, si no lo hubiera hecho sería un total desastre.
Ya después de vomitar se fue a limpiar, no sería un estúpido que después de vomitar se quede con el amargo sabor que deja esa mierda.
Volviendo a sus acciones, terminó por hacer lo necesario para quitarse el mal sabor de boca, oh por Belcebú, ese iba a ser un largo día.
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Nidea, es muy corto según yo, pero ahí se queda la intriga sobre quién fue la persona que entró a la casa sin avisar.
El título no tiene nada que ver con lo que escribí en si lol.
De todos modos, si no se entiende bién la narrativa es porque estoy intentando hacer entender los pensamientos desordenados del personaje, es muy confuso pero espero explicar mejor mientras aparezcan más capítulos.
1042 palabras.
Adieu.
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ⁱᵐᵃᵍⁱⁿᵃᶜⁱᵒ́ⁿ 01
Rastgele•°¯'•• ᴘᴇɴᴅᴇᴊᴀᴅᴀs ϙᴜᴇ sᴇ ᴍᴇ ᴏᴄᴜʀʀᴇɴ ••'¯°• __ sɪᴍᴘʟᴇᴍᴇɴᴛᴇ sᴏɴ ᴅɪғᴇʀᴇɴᴛᴇs ᴛᴇᴍᴀs ᴄᴏɴ ᴛʀᴀᴍᴀ ɪɴғᴀɴᴛɪʟ ᴏ ᴛᴜʀʙɪᴀ, ʟᴏ ϙᴜᴇ ᴇʟ ᴄʀᴇᴀᴅᴏʀ ᴅɪɢᴀ. __ ᴘᴇʀsᴏɴᴀᴊᴇs ᴄʀᴇᴀᴅᴏs ᴀ ᴘᴀʀᴛɪʀ ᴅᴇ ʟᴀ ɪᴍᴀɢɪɴᴀᴄɪᴏ́ɴ ᴅᴇʟ ᴄʀᴇᴀᴅᴏʀ, ᴘᴇʀsᴏɴᴀᴊᴇs ɪᴍᴘᴏʀᴛᴀɴᴛᴇs ᴇɴ ᴀʟɢᴜ́ɴ ᴍᴏᴍᴇɴᴛᴏ. __ ᴍᴜᴄʜᴀ ʜ...