XV

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Max rascaba la puerta para salir a ver a su dueño, podía olerlo.

Doyoung se quedó viendo la casa que estaba enfrente de él, miro para la ventana de su derecha viendo las ruinas que quedaban de una casa, la antigua casa dónde su nana vivió con su familia, estaba aún negra por las llamas que la consumió.

— ¿Qué pasa?— toco la ventana para que bajara la ventana.

Salió del carro, cerrando la puerta. Le dio un beso en la frente, mientras que Max brincaba para recibir mimos.

— ¿Por qué no construyeron otra vez esa casa? — acariciaba perro con entusiasmo.

—Mi padre creía que esa casa estaba maldita, trajo un sacerdote para exorcizarla pero aun así el decidió que era mejor hacer esta—

El joven saco su maleta de la cajuela, estaba por olvidar el diario pero lo saco para meterlo en la maleta.

—Se supone que tu vendrías mañana— le entrego un pay de queso con mermelada zarzamoras enzima con una café cargado sin azúcar como le gustaba.

—Tenía ganas de verte a ti y al mi Max— corto un pedazo y le dio al perro.

—Oye, sé que no has ido a la empresa, tengo miedo que los accionistas te destituyan— sonaba firme y seria ante sus palabras.

—No estaba bien, pero ya me siento mejor, ya le dije a Jeno que el lunes regreso a la empresa— dio un sorbo —Pero no temas nana, a pesar de no asistir, todo lo hago en la casa, ellos no se pueden quejar, las cosas han mejorado. Tenemos dos tiendas nuevas en Dubái y una sucursal en New York desde que yo estoy al mando— dio un sorbo —No se pueden destituirme, tienen más ceros en sus cuentas bancarias gracias a mi— bufo.

Solo había dos habitaciones en la casa, el de su nana y otra, era pequeña, tenías cuadros con hojas secas en la pared, un pequeño ropero antiguo, con acabados japonés, la cama rechinaba por lo vieja que estaba el colchón, un muro pequeño, enzima una lámpara de color escarlata.

"Qué lindo" pensó Kim entrando a la habitación, cerrándola, podía vivir con su nana, cosechando en el huerto, sembrar en la tierra que era fértil aun, sentarse en la sombra de algún árbol que rodeaba el terreno.

Pero una imagen vino a él, Taeyong ylos pequeños Sunny, Minjoon y Hani jugando en la nieve, los cuatro felices de ser una familia. Él ya había elegido, no había vuelta atrás, ya había llegado muy lejos, otra imagen llego a su mente, Jaehyun abrasándolo por la espalda, los dos desnudos, viéndose en el sucio espejo que tenía en la casa de él. Con Jaehyun podría realizar la primera ilusión, con Taeyong tenía que esconderse junto con los niños, ¿Qué pensaría la gente ver a cuatro niños sin sus ojos derechos?, su única solución era vivir en el exilio.

Busco el diario en la maleta, leia en cada página señales de por qué su cuerpo se comportaba así, por que los niños eran diferentes al sacarles el ojo, porque había una parte de él quería para todo esto y la otra parte seguir con este plan.

"Yo amo a Taeyong" se repetía una y otra vez al terminar de leer cada página. Él ha sido su alegría después de mucho tiempo, cuando está en sus brazos se siente bien, como...vulnerable, pero con Jaehyun, se sentía protegido.

Tomo el diario y lo aventó al ropero de la desesperación, sin querer se cayó una caja de galletas que se ubicaba enzima del ropero.

— ¿Qué fue eso donnie? — grito su nana.

—Me pegue en el ropero, tranquila, estoy bien— se levantó de la cama para levantar la caja.

Se había abierto, había unos sobres con seños provenientes de Europa, África, Centroamérica y Sudamérica. La curiosidad lo consumía, la cual gano, tomo una y la leyó.

Maldición [TaeDo] [NCT127] [ғɪɴᴀʟɪᴢᴀᴅᴀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora